En estos tiempos en los que cada vez mas personas sufren momentos delicados por la falta de empleo o ingresos suficientes para hacer frente a los gastos mas básicos como la alimentación, la luz, la calefacción, la educación de los hijos, el alquiler, los recortes en dependencia..., llama mucho la atención que los políticos, en vez de proponer soluciones, machaquen reiteradamente a la ciudadanía insistiendo en convencernos de cosas como la inviabilidad de las futuras pensiones y la cada vez mayor dificultad de la Administración pública para pagarlas. Y además, porque ningún político plantea la necesidad de adoptar un sistema de financiación de las pensiones justo y sostenible, diferente al actual, como ya han hecho muchos países con espíritu de prosperidad, garantizando las pensiones a partir de unos presupuestos generales del Estado justos. En España, mientras se ha recortado de forma inhumana el gasto social necesario para poder sacar del bache a los ciudadanos en una situación mas vulnerable, se siguen dedicando importantes partidas presupuestarias, por ejemplo, a programas para fomentar la compra de coches nuevos.