Esta semana en la Asamblea de Extremadura un compareciente en una comisión decía: nadie podría estar en desacuerdo con subir el sueldo mínimo interprofesional a 900€ o subir las pensiones.

A lo que yo añadiría ni a equiparar los permisos de maternidad y paternidad, ni al aumento de las ayudas para dependencia, ni al incremento del gasto de investigación y ciencia, etcétera. Digo que yo añadiría porque yo me referiría a los presupuestos generales del Estado, él no sé si se refería a los mismos pues no era el asunto que estábamos tratando, pero su contenido es exacto al que aparece en ellos. Esa afirmación reflejaba lo que podría ser una verdad clara y sin matices o que algo que mejora la vida de la gente y que simplemente debería bastar para poner a todo el mundo de acuerdo, sin embargo, y lamentablemente, no es así; existen partidos en la oposición como el Partido Popular o Ciudadanos que no están pensando en perseguir ese objetivo y apoyar los presupuestos presentados por el Gobierno del Estado, prefieren otros debates estériles o comerse una hamburguesa.

Esta semana la Junta de Extremadura ha presentado los presupuestos generales para la Comunidad Autónoma de Extremadura. La consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco- Morales, los definió como los presupuestos que avanzan en la consolidación de los derechos considerados pilares del estado del bienestar, y unos presupuestos que avanzan en los proyectos de vida y creación de riqueza en Extremadura. Crecen en millones de euros y su destino no es otro que invertir más en sanidad, educación, empleo, agricultura, innovación o cultura.

Durante esta legislatura hemos visto como cada año, en cada presentación de los proyectos de presupuestos, la Junta de Extremadura ha puesto como prioridad a cada extremeño y extremeña, en ir recuperando sus derechos, consolidándolos y ahora, mirando al futuro, avanza en ellos.

Los datos son muy evidentes en ellos, siete de cada diez euros se invierten en sanidad, en educación y en políticas sociales, sin embargo, prefiero a los datos la definición que aportó la propia consejera: son para acompañar los proyectos de vida de los extremeños y extremeñas. Y es que creo que no hay nada más esencial que pensar en Extremadura como una tierra de futuro, de oportunidades, como el lugar elegido para desarrollar tu vida y la de los tuyos, porque eso es creer en ella, invertir en ella; bajo esa mirada las cuentas son vida. Supongo que nadie se negaría a ellas. Veremos.

* Filóloga y diputada del PSOE