La Asamblea de Extremadura se dispone a vivir hoy una de las sesiones más decisivas de su historia reciente: la discusión de la enmienda a la totalidad de Izquierda Unida al proyecto de Presupuestos presentado por la Junta. Es la única que tiene posibilidad de salir adelante habida cuenta de que el PSOE anunció ayer su disposición a apoyarla y, al mismo tiempo, el diputado de IU Víctor Casco dijo que su formación no votaría la enmienda socialista, en el caso de que se discutiera .

A pesar de que en la jornada del martes pareció que había un acercamiento entre los tres grupos políticos, las posiciones de cada parte han llegado alejadas al día decisivo, a tenor de lo ocurrido ayer. Y solo unas negociaciones de última hora, que anoche el diputado Casco calificaba en este periódico de "intensísimas" y que tendrían lugar incluso en la mañana de hoy, podrían variar el guion previsto,

A estas alturas de la discusión sobre los presupuestos, no conduce a ningún sitio lamentarse por la leche derramada, por la demora en su presentación, por las conversaciones habidas durante la semana pasada y ésta que, a la vista del resultado, parecen haber sido poco más que un diálogo de sordos. Pero sí es exigible a todos los protagonistas de esta coyuntura política su responsabilidad de que estemos a mitad de diciembre y aún no se sepa qué cuentas va a tener Extremadura el próximo año. Se ha perdido ya demasiado tiempo. Un tiempo que por la acuciante situación económica esta región no se puede permitir. Se devuelvan los presupuestos o sigan su trámite, no se puede despilfarrar más.