Los extremeños estamos más que hartos de cómo nos tratan primero Adif y Renfe, y ahora Iberia. He nacido en Almendralejo pero vivo en Cataluña y el domingo pasado intenté coger un vuelo de Badajoz a Barcelona a las 9.40 de la mañana con la intención de estar en mi casa a las 11.15 horas, pero no llegué hasta las 19.30. ¿El motivo? El avión no pudo despegar por la niebla. ¿La vergüenza y la indignación? que en lugar de trasladarnos a Sevilla, en la que había aterrizado muestro avión procedente de Barcelona, nos llevaron a Madrid en autobús, con la consiguiente demora, ya que aunque salimos de Badajoz sobre las 9.30 no llegamos hasta las 16.45 horas, es decir, tardamos unas siete horas, porque había una caravana muy larga. Me pregunto cómo puede ponerse un avión a las 9.40 desde Badajoz a Barcelona en invierno cuando son muy comunes las nieblas a esta hora en el aeropuerto y la alternativa sea hacer la mitad del trayecto en autobús, no me parece muy bien pensado ni planificado al menos en mi humilde opinión, y lo peor es que los que planifican y toman decisiones sobre las alternativas en caso de no poder viajar no sufren como lo hemos hecho nosotros. El domingo en el autobús había historias de todo tipo pero una era común en todos nosotros y es que no merecemos que nos traten así a los extremeños, o al menos eso creemos nosotros.

Estábamos indignados, porque nos consideran de segunda. A nosotros, por tener un niño nos pusieron en el primer avión que salía con destino a Barcelona junto con las personas mayores a las seis de la tarde, pero otros tuvieron peor suerte y salieron a las ocho.

El colmo fue cuando llamé a Iberia para tratar de que me dieron vuelo desde Sevilla y me dijeron que sí, pero tenía que pagar la diferencia y trasladarme por mi cuenta y esto es indignante porque nuestro avión estaba allí porque no pudo llegar a Badajoz (ida y vuelta me costó 125 euros y por Sevilla me pedían pagar 195 más). Nos tuvimos que ir en dos autobuses con el consiguiente perjuicio y, para colmo, para comer nos dieron 3,75 euros en el MacDonalds de Barajas, es decir un happy meal para niños.

Es increíble que esto pase en España: bueno, me equivoco pasa en una zona de España llamada Extremadura, lo lógico hubiera sido que nos pusieran un avión más tarde desde Badajoz o que nos llevasen a Sevilla, pero la solución más fácil y barata supongo para ellos era llevarnos a Madrid y rellenar huecos en aviones de rutas ya programadas y eso que ahora los vuelos de Badajoz a Barcelona son un Servicio de Obligación Público.

Repito no tienen vergüenza ni compasión, sobre todo porque había muchas personas mayores con problemas de salud y niños a los que les obligaron a padecer este maratón.

No es digno que nos traten con tanto descaro y sin compasión.

La alternativa que eligieron y nos obligaron para llegar a Barcelona en el mismo día fue una tomadura de pelo.