Amigos portugueses/oliventinos me contaron una vez que el desaparecido diario lisboeta O Século tituló a toda plana cuando Hitler no le declaró la guerra a Portugal en la segunda contienda mundial: «O bárbaro teutón móstrase cauto». La esquina del Sur de Europa al bárbaro le importaba un pepino, pero los siempre admirados portugueses sacaban patriotismo.

Y me ha venido a colación la anécdota al hacer un breve análisis de las políticas actuales, en la que los términos bélicos se entremezclan con lo económicos, o viceversa. Ya he escrito que no sé dónde está el término medio, o qué es primero, o donde encontrar el equilibrio en intentar contener el bicho o reactivar a toda costa la economía. Hay imágenes de esta llamada desescalada que dan miedo si la cosa es tan jodida que se ha cargado a miles de españoles. Pero me mojo alineándome al «primun vivere». O sea primero vivir.

Parece que estamos en la segunda parte, «philosophari». Hemos entrado en esa espiral de que todo se está acabando, que hemos vencido, en el bebe que te llenen, el ancha es Castilla y trozos de playas a rebosar que nos están esperando. Me tienen desconcertado pero me vuelve a la realidad lo que han dicho algunos empresarios turísticos: van a llegar despidos a mansalva.

Este philosophari, es decir el reavivar la economía, lo tenemos por delante con la ineludible actuación del Estado como protagonista o coprotagonista.

Siendo de letras y necesitando que me miguen muy bien los conceptos económicos y más en este mundo globalizado, concepto que ya hemos hecho nuestro como nos haremos a llevar la mascarilla todo el tiempo, hago unas reflexiones de andar por casa que creo que todos entendemos: ¿qué economía nos va a sacar de esto? La de poner toda la carne en el asador para, al menos por estas tierras, que el pequeño y mediano empresario pueda crear empleo. Amén de lo que en este campo haga el sector público que aquí, saben, es el principal motor. Y por ello no debemos rasgarnos las vestiduras. Y con empleo dicen que viene todo lo demás.

Sigo reflexionando: ¿Saldremos con la feroz economía capitalista «Trumpiana» que, si me permiten, se me antoja como aquella que pretende conservar el status a cualquier precio poniendo el Estado al servicio de la economía sin más y por ende a los que tienen la sartén por el mango? ¿O se pondrá en marcha la otra que podríamos llamar social/progresista?: La Economía al servicio de la Sociedad, del bien común; la economía de los ciudadanos, con servicios sanitarios apropiados, y de reforzamiento de lo público y social. Todo esto por y para los ciudadanos o pensando en ellos de verdad. Para los que han o van a perder el empleo. Si no, muchos nos seguiremos creyendo que a la feroz economía capitalista le importa un comino que mueran decenas de miles de personas. A lo mejor alguna vez el pueblo, el ciudadano con el que los políticos de todos los bandos se llenan la boca, deja de ser prudente y busca en serio los responsables de su hambre por más que algunos les quieran dar migajas. Oyendo hablar a muchos de esos representantes del ciudadano, del pueblo, uno piensa que nadie quiere hacer política de Estado. El que está en el poder, los que están y han estado parece que hacen más política de Gobierno. Y no es igual.

*Periodista.