El príncipe Al Saud , miembro de la familia real de Arabia Saudí, no ha podido escapar a la justicia británica, y un jurado popular lo ha considerado culpable de golpear y matar a su sirviente Bandar Abdulaziz, el 15 de febrero. Al Saud, que solo al final admitió los hechos, se comportó con gran sadismo, según el fiscal, que ha probado que propinaba continuas palizas a la víctima.