Optimismo de Luis del Olmo (Onda Cero) por el anunciado encuentro entre Ana Palacio y Mohamed Benaisa para desbloquear las relaciones entre España y Marruecos. Juan Morano lo veía "inminente, necesario e imprescindible. Así no podíamos seguir". Concretó Cristina Alberdi: "Estaba todo el tema de la inversión de España en Marruecos y la presión sobre la inmigración", pero enseguida trasladó el mérito: "Cuando Benaisa ha ido a Bruselas, Solana y otros le han dicho que para mantener buenas relaciones con la UE primero debe solucionar sus relaciones con España". Un grado más de desconfianza lo puso Gorka Landaburu, para quien la tensión se debía a "asuntos internos de cada país y por posturas equívocas por ambas partes. La tensión no se superaba mientras los franceses seguían vendiendo armas a Marruecos". O sea, problemillas con nuestros dos vecinos.

Del Olmo apuntó, con sorna, si era cierto que Ramón Tamames iba a ser embajador en Rabat. Lo rechazó de plano: "Carece de fundamento. No me interesa lo más mínimo, aunque viajo mucho a Marruecos". Y acabó deshinchando un poco más las esperanzas apuntadas al principio de la tertulia: "Ese encuentro está bien, pero creo que los problemas de fondo no se van a resolver, porque Marruecos no quiere". Volvió a salir el tema de Ceuta y Melilla y el referendo del Sahara. Y, de pasada, el pescozón se lo llevó Pujol: "Por más que el Honorable tenga ciencia infusa y diga que cuando Turquía entre en la Unión Europea también se podrá plantear para Marruecos y Rusia, no va a ocurrir".