El Consejo de Ministros aprobó ayer el plan España.es para desarrollar, en los próximos dos años, la sociedad de la información en este país. El proyecto, presentado por el ministro Josep Piqué, se suma a una larga sucesión de promesas y compromisos de gobierno que se han ido quedando sin cumplir mientras el crecimiento de internet se estancaba. El último fue el plan Info XXI, un intento de ir más allá de las propuestas lanzadas desde la UE que la ministra Anna Birulés no logró desplegar.

La propuesta de Piqué parte de unos planteamientos más modestos y limitados, y de un presupuesto también más reducido. Se concentrará en los principales déficits, que coinciden con los incumplimientos del anterior plan. No se han roto el desinterés y las reticencias de los españoles hacia internet. No se ha alcanzado la penetración en las escuelas que se pretendía, por falta de material y formación del profesorado. Las pequeñas empresas siguen sin estar conectadas. Y sólo la Agencia Tributaria se ha embarcado con éxito en la Administración electrónica. Esta vez se han recogido las propuestas de los expertos. Pero el Gobierno ya ha demostrado que sabe trazar grandes planes. El problema sigue siendo que los cumpla.