Secretaria general y portavoz de Hacienda del PP en la Asamblea

Se cuenta del alcalde de un pueblecito extremeño que, animado por el fragor de la campaña electoral, después de prometer una paga para las amas de casa y una discoteca gratuita con barra libre para los jóvenes, se calentó y dijo: "Además, si me votais, os prometo que para no tener que desplazarnos al mar, traeré el mar al pueblo". Bueno, pues el chascarrillo viene al pelo con el aluvión de las promesas electorales de Zapatero. Su propuesta fiscal choca con la trayectoria de los gobiernos socialistas, que allí donde tienen capacidad normativa, como en Extremadura, han subido los impuestos. ¿Quieren ustedes reírse un rato?

Zapatero propone, como eje de su imaginación fiscal, "equilibrio presupuestario y déficit cero". Propone lo que ya ha conseguido el Partido Popular, con la crítica del PSOE, que no aceptaba ninguno de los dos planteamientos. ¿Quieren reírse un poco más? Pues mientras Zapatero se sube apresuradamente a las razones del Partido Popular, presentando como novedad lo que el PP lleva 8 años haciendo, uno de los notables que lo asesoran, Rodríguez Ibarra, tiene presentado recurso de inconstitucionalidad contra la Ley General de Estabilidad Presupuestaria. ¿Retirará ahora Ibarra el recurso presentado por la Junta de Extremadura, como retiró su patochada para erradicar del Congreso a regionalistas, nacionalistas e incluso a Izquierda Unida? Posiblemente lo haga. Aunque si presentó el recurso porque la Ley de Estabilidad Presupuestaria era mala para los intereses de Extremadura, no sabemos cómo podrá explicar que ahora es buena.

Es evidente que el PSOE gobierna con una partitura diferente a las novedades del candidato socialista. Y aquí en Extremadura, Ibarra punto a punto, hace exactamente lo contrario de lo que promete Zapatero. ¿Cuándo tenemos que creerlos, cuando hablan y prometen o cuando gobiernan y ejecutan?

¿Qué hará ahora Ibarra? Si retira el recurso de inconstitucionalidad, queda en evidencia una vez más y se tiene que tragar el sapo de sus despropósitos, pero, ¿y si no lo retira? Si no lo retira, el recurso presentado se vuelve contra las promesas de Zapatero.

Pero con ser graves las desavenencias internas entre la familia socialista, quizá lo peor sea la incoherencia e inestabilidad del discurso que pretenden vender, porque si ahora lo bueno es el "déficit cero" que hasta la semana pasada tildaban de asfixiante, cómo podrán explicarnos que no sean capaces de ponerse de acuerdo ni a la hora de rectificar. ¿Con quién cuenta Zapatero para hacer creíble su discurso, si el PSOE donde gobierna hace lo contrario de lo que él predica?

Si "bajar los impuestos es patrimonio de la izquierda", según Zapatero, ¿dónde situamos a Ibarra, que desde que asumió las competencias en materia fiscal ha subido los impuestos en más de 8.000 millones de pesetas anuales? La propuesta fiscal socialista, como ya ha denunciado la nada sospechosa CCOO, favorece a las grandes empresas y a las rentas más altas y oculta una subida de impuestos para la familia. Con esta estrafalaria medida el PSOE opta por favorecer a la élite empresarial, que es lo que, en definitiva, ha hecho siempre Ibarra. Mucho discurso populista, mucha grandilocuencia electoral, mucho guiño a la galería, mucho rojerío en la tribuna y todo lo contrario a la hora de la verdad. Es evidente que le tiene bien cogida la medida a los que gustan de los cantos de sirenas. Por prometer que no quede. ¿Para cuándo el mar a Extremadura, señor Ibarra?