El debate sobre el sistema de pensiones está centrado en la edad en la que incorporarse a la jubilación. En estos tiempos, en los que la entrada en el mercado laboral cada vez se retrasa más considero que es hora de centrar el asunto y no fomentar un debate superfluo sobre la edad de jubilación, sino sobre los años necesarios para acceder a la jubilación.

Las generaciones que ahora disfrutan de la jubilación mayoritariamente se están jubilando con una gran cantidad de años cotizados, en cambio cuando procedan a jubilarse las generaciones que se han ido incorporando al mercado de trabajo desde los años 80, e incluso cuando accedan las generaciones que todavía no se han incorporado al trabajo la cosa variará muchísimo, pues en la gran mayoría de los casos la incorporación al mundo laboral se efectúa con mucha más edad y por tanto con la posibilidad de cotizar muchos años menos.

Por todo ello mi propuesta es que haciendo un riguroso estudio sobre las diferentes ocupaciones en relación a cómo afectan en la misma la edad (no es lo mismo un catedrático de universidad que un minero) se determine una edad máxima para poder desarrollarla y en función de eso determinar en cada profesión los años mínimos cotizados para poder jubilarte con el 100% de la base reguladora.

Esto permitiría, siguiendo con el ejemplo, que un catedrático pudiese trabajar hasta los 70 y que para jubilarse con toda la base reguladora haya de tener cotizados 30 años, por lo que podrá incorporarse al mercado laboral, después de mucho tiempo de formación con más de 30 años. En cambio un minero, que difícilmente podrá trabajar en su oficio más de los 50 años habría que exigirle una cotización, creo que menor, aunque de todas formas tendría que empezar a cotizar con una edad más temprana. En este sistema la edad máxima es sólo la referencia que no se puede sobrepasar, pero en cambio, si un trabajador ha cotizado los años mínimos necesarios en su profesión podrá acceder al 100% de la base reguladora sin necesidad de llegar a la edad máxima, siempre poniendo también una edad mínima de referencia que bien podría estar alrededor de los 50 años.

La idea es que quien empieza a cotizar desde los 20 años y ejerza una profesión dura pueda jubilarse con todos los derechos después de 35 años de trabajo con 55, de la misma manera que el trabajador que tiene una profesión cómoda y se haya tenido que formar durante mucho tiempo, pueda llegar hasta el mínimo exigible de cotización: se puede incorporar a los 35 y cotizar hasta los 70. Con este sistema ambos trabajadores han cotizado el mismo tiempo.

Habría muchos matices y los expertos en relaciones laborales y salud laboral tendrían mucho que decir, pero creo que podría ser mucho más válido el sistema que el actual.

Juan C. Nieto Conejero **

Mérida