Las elecciones al Parlamento Europeo en Extremadura las ha ganado el PSOE. Con los datos en la mano, es incuestionable la victoria de los socialistas, que amplían en cuatro el número de municipios donde han sido la fuerza más votada. También el PP aumenta casi un 1% el número de votos recibidos y mantiene como grandes bastiones las dos capitales de provincia, donde ha vuelto a barrer. El gran perdedor, sin duda, ha sido la coalición IU, que estaba a la baja en las últimas elecciones y que en las del domingo cayó nada menos que en cuatro puntos. Los regionalistas también siguen su declive. El hecho curioso se dio en el municipio de El Gordo, donde ganó Falange.

Con estos datos en las manos, y al margen de lecturas sesgadas que algunos quieran hacer, es incuestionable que el PSOE sigue siendo la fuerza que más votantes atrae (ya lo hizo en las municipales y en las generales y ahora en las europeas). Pero el PP se mantiene en sus feudos tradicionales y también en el cómputo general de votos. A pesar de la alta abstención, no hay duda de que el ciclo socialista en Extremadura, lejos de ir en declive tras veinte años en el poder, se consolida y amplía. El vuelco electoral, por el momento, no tiene visos de hacerse realidad.