El PSOE ha `fichado´ a Valentín García, que fuera secretario regional de CC OO desde 1992 a 2004. Alejado de la actividad sindical y política desde que abandonó su cargo en el sindicato, García reapareció ayer junto a Guillermo Fernández Vara para anunciar su incorporación al proyecto socialista. Ese gesto es el primer golpe de efecto del candidato socialista; pero sobre todo es una declaración de intenciones. La incorporación de García, que se ganó un merecido prestigio por su gestión al frente del sindicato, puede ser entendida más como la apertura del PSOE a personas relevantes, pero independientes, que coinciden en la almendra del proyecto electoral de este partido, que un guiño a los militantes del sindicato para que opten por el PSOE antes que por IU: CCOO ha hecho ya suficientes gestos de alejamiento de IU --el más llamativo en torno a la refinería-- que continuar pensando que el sindicato es un venero de votos para IU no deja de ser más que un acartonado estereotipo. Y por si fuera poco, hace ya años que García abandonó su militancia en el Partido Comunista.

Fernández Vara sitúa la incorporación de García al espacio ideológico "que ambos podamos compartir", y ha descartado pronunciarse sobre si éste irá en la lista a la Asamblea, trabajará en las instituciones o apoyará al partido con sus ideas. No sería lógico que, luego de anunciar el ´fichaje´ a bombo y platillo, García se quedara en el banquillo. Si esta operación da credibilidad a la renovación y a un cambio de estilo, el papel futuro que juegue será una forma de medir, aunque no sea la única, si verdaderamente llegan ´nuevos tiempos´ al PSOE y, si gana, a la Junta.