La aprobación, por parte del consejo territorial del PSOE, del documento Un nuevo pacto territorial: la España de todos es un paso adelante hacia el federalismo, un movimiento de ficha ante las reclamaciones de los socialistas catalanes. Como expresa la declaración política de intenciones aprobada en Granada, el PSOE apuesta por una reforma de la Constitución en la línea, como ha declarado Alfredo Pérez Rubalcaba, de un "nuevo pacto para convivir" y como respuesta a "la tentación centralista y a la tentación secesionista".

La historia de la propuesta se debe a la necesidad de establecer una posición intermedia entre dos extremos ciertamente irreductibles y en creciente tensión y a la urgencia de renovar los lazos de unión entre PSOE y PSC, lastimados por la posición de los catalanes en relación al referendo.

En Extremadura, la propuesta ya ha tenido su contestación de la mano del Partido Popular. Ayer, mostró su rechazo al principio de ordinalidad del modelo territorial aprobado por el PSOE, al considerar, en palabras de su portavoz, Francisca Rosa , que "pone coto a la solidaridad" y perjudica a Extremadura. Según el PP "no se pueden poner límites a la solidaridad territorial entre españoles, porque, lo contrario, es estar con los separatistas y darle la espalda a los extremeños".