Zapatero puede perder las elecciones por muchos motivos. Porque acabe de estallar el Tribunal Constitucional y decidan dar a luz una sentencia tremenda sobre el Estatut de Catalunya. Porque ETA se empeñe en hacerle perder las elecciones, recrudeciendo su violencia asesina o, incluso, eso que absurdamente se ha dado en llamar violencia de baja intensidad . Porque De Juana salga antes de tiempo de la cárcel. Porque Ibarretxe nos siga tocando a todos las narices y no haya una reacción suficiente del Gobierno.

Incluso, fíjese usted, puede perder Zapatero porque gane Rajoy . El presidente del PP tendría, por supuesto, que definir sus líneas maestras y dar en las narices a ciertos ultras, que, aunque no estén en su partido, sí andan merodeando por los alrededores. Pero podría ser: el partido no ha acabado, ni mucho menos.

Pero la razón por la que más probablemente perdería las elecciones José Luis Rodríguez Zapatero puede centrarse en José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora mismo, el presidente está eufórico, galopando en ganador, ofreciendo cosas buenas a los electores. Con firmeza frente a ETA, con desplante torero ante las provocaciones de Ibarretxe --menos mal que se ha abstenido de apoyar públicamente al dimitido Imaz ; hubiese provocado una fuerte reacción contraria--, resistiéndose a decir lo que sabemos que piensa sobre el president Montilla , para no provocar un estropicio en Cataluña.

Pero resulta que en algunas encuestas, incluso en medios teóricamente favorables --con esta guerra mediática, nunca se sabe-- Zapatero baja. No convence. No acaba de creérselo la gente. Ha dado demasiados giros copernicanos últimamente. Las operaciones emprendidas --el proceso con ETA, el acercamiento a los nacionalistas en Cataluña, el diálogo con el PNV-- no le han salido, es la verdad, demasiado bien. Las elecciones no se ganan (exclusivamente) a base de ofertas, sino con actitudes serias y claras. ¿Tiene Zapatero actitudes claras para el futuro inmediato, a cortísimo plazo? Esa es la cuestión.