Estamos de puente, unos sí y otros no, pero todos tenemos la sensación de que suceden cosas extraordinarias en la normalidad, son los días para poner el árbol de Navidad, para comprar la lotería, para comprar los primeros regalos de Reyes Magos, para ir al pueblo, para descansar...

Inconscientemente nos estamos preparando para no sabemos qué, vacaciones, días en familia... al fin y al cabo son los preparativos los que marcan el acontecimiento o como dice el refrán: por las vísperas se conocen las fiestas. Sabemos que éstas serán importantes.

Esta semana de preparación, políticamente también tiene su propia metáfora en la Asamblea de Extremadura, las cuentas públicas (veremos más adelante), ha venido marcada por una ausencia; la sociedad española ha perdido a una persona especial, a Manuel Marín. Él, padre de las Becas Erasmus, él, moderador de una legislatura ejemplar en la consecución de derechos y bronca en el debate, él figura europea, tranquila, sensata, trabajadora nos dejaba y nos quedaba.

Nos quedaba su ejemplo, su trabajo, su constancia, algo que ahora se desprecia pero que entonces se valoraba «el talante».

Leía esta semana de él que era un Quijote, «actitud austera» y «mirada soñadora», me pregunto que si en política hay mejores combinaciones que la del trabajo, el buen carácter y la mirada llena de ilusión.

Él era así, y ese tesoro nos dejó, hoy nuestro recuerdo para él, eligió abandonarlos en las vísperas de la celebración de nuestra Constitución, seguro que no fue casualidad, seguro que nos estaba llamando al talante, al consenso con el que nació, sacrificio y generosidad, seguro que nos estaba recordando a los proyectos que engrandecen y suman, como lo era el europeo, seguro, él era así.

Discreto y magnífico, un gran socialista.

En la Asamblea de Extremadura la vicepresidenta de la Junta de Extremadura, Pilar Blanco-Morales, expuso unos presupuestos llenos de trabajo y de proyectos para una región que crece equilibradamente, que posee máximos históricos en su exportación, que tiene máximos de empresas inscritas en la Seguridad Social, récord en turismo, pero lo más importante, deja atrás los 4.000 millones de duda del Partido Popular, los 90.000 pacientes sin cita médica, una región sin conexión aérea, tasas de paro con 184.000 desempleados…

Extremadura está preparada afrontar el 2018, será el trabajo y no las vísperas, en este caso, quien marque el porvenir.