XCxon la llegada del frío los pájaros renuncian a su sueño de altura, huyen hacia un proceso de letargo las culebras, algunos árboles terminan perdiendo lo que en sus nombres queda de frondoso, la noche se refugia en callejones oscuros. El ejemplo de esta naturaleza que funciona a medio gas, no es extensible a quienes vigilan los acontecimientos, pues ni tan siquiera la llegada del invierno quiebra la línea de fuego de sus termómetros, y cada vez es mayor la crispación y más urgente la necesidad de ungir las cabezas con el bálsamo del sosiego. La venta de barcos y aviones a Venezuela, aunque tengan un carácter defensivo, pone al Gobierno español ante una situación comprometida; por un lado, se tratan de consolidar muchos puestos de trabajo en un sector en crisis, por otro, supone el desoír las advertencias de Estados Unidos, que no ve con buenos ojos esta transacción, al entender que rompe el equilibrio armamentístico de la zona y contraviene cláusulas que impiden que tecnología americana se revenda a terceros países, que no forman parte de su grupo de afines. Una desavenencia que coloca a España en una situación difícil respecto de aquel país.

Se están dinamitando los puentes sobre el río del entendimiento entre los dos partidos más importantes a nivel nacional, merced a una política que busca más el oportunismo de cara a las encuestas, que la resolución de los problemas reales. En lugar de mantener el pacto por las libertades y contra el terrorismo, como se hiciera en otras ocasiones, ahora cada cual arrima el ascua a su sardina. El último comunicado de los terroristas apoyando los derechos colectivos de las naciones vasca y catalana , es un claro ejemplo de cómo hechos tan delicados, se interpretan en clave partidista, más que con el firme propósito de actuar conjuntamente.

Lo mismo ocurre con la educación, donde los últimos datos revelan que somos uno de los países con mayor índice de fracaso escolar, pero no importa la quiebra del sistema educativo, ni la proliferación desmedida de leyes con uno u otro sesgo. Lo realmente importante es ganar voluntades, aun a costa de la descalificación, con el único propósito de mermar las posibilidades del contrario. Como si nadie quisiera dar su brazo a torcer en una lucha desalmada y pueril, como si el objetivo fuera el de restar y no el de sumar.

En temas de política territorial, somos testigos de un debate, donde están en juego intereses generales en la vertebración del país, con un nuevo modelo de relaciones entre los diferentes territorios. Se pretende derribar un edificio, que a día de hoy, se manifiesta válido y suficiente; para construir sobre sus escombros un espacio de incertidumbre y de insolidaridad. Por tanto, convendría dejar a un lado luchas tribales y soterradas, y buscar puntos de encuentro, pues del resultado de estos debates, va a depender, en gran medida, el futuro y la convivencia del país.

Dialogar significa algo más que ceder posiciones a favor del consenso, significa sentar las bases para crear una ley electoral que impida que partidos minoritarios sean los que realmente tengan la última palabra en temas trascendentes, imitar, si es preciso, modelos de política electoral existentes en países desarrollados, donde fenómenos como éste no pueden llegar a producirse. Tender hacia una legislación clara y explícita en materia de financiación de los partidos, en la que sea el Estado junto con los afiliados, quienes aporten los recursos necesarios para el sostenimiento de los mismos, y que, de una vez y para siempre, se impida que capitales procedentes de instituciones o de particulares, ayuden a doblegar voluntades, quedando en el aire la sospecha de que estas aportaciones se hacen con intereses espúreos, cercanos a la prevaricación y al compadreo. La acción del Gobierno y de la oposición no deben estar guiadas exclusivamente por el deseo de perpetuación o de acceso al poder, sino a favor del buen funcionamiento de las instituciones. El ciudadano, pese a lo que pueda creerse, sí tiene memoria histórica, y a la hora de emitir su voto, sí valora el buen hacer de los políticos, y agradece más los detalles en favor de la gobernabilidad, que el crear constantemente un clima de crispación y desencuentro. La alternancia garantiza periodos en el gobierno para unos y otros. El sistema democrático, determina que sea el parlamento el ámbito del debate de las leyes, utilizar la presión de la calle o la de los medios de comunicación sistemáticamente, crea en la ciudadanía un estado de inseguridad y de descrédito.

Muchos son los frentes abiertos en la actual política española, muchas las decisiones que en un corto periodo de tiempo se han de tomar; los ciudadanos agradecemos el sentido común y la cordura de quienes nos gobiernan, agradecemos el talante de quien hace una oposición constructiva, firme, pero serena. Es bueno y saludable que haya discrepancias en el terreno de las ideologías, pero unidad en la acción.

Nadie pretende dar lecciones de ética política, ni lo que aquí se intenta es ir hacia un modelo utópico, se trata simplemente, de una apelación al sentido común y a la voluntad política; baste ver la reacción de otros países ante desgracias colectivas, se unen y tratan de restablecer la situación de la mejor forma posible. Cuando todo está resuelto, se piden responsabilidades si las hubiere. Aquí no sabemos tomarnos los postres fríos, cuanto mayor es la desgracia, mayor es el veneno que inocula la oposición, mientras el que gobierna, en lugar de resolver el problema en cuestión, ha de entretener su tiempo en mil batallas dialécticas, tratando de justificar lo injustificable.

*Profesor