Escritor

El cineasta Carlos Saura va a correr el riesgo de dirigir un guión de cine basado en los sucesos de Puerto Hurraco, que nos dejaron muy descarnados. Vamos a estar atentos, porque hay mimbres para hacer un gran drama o una gran tragedia española, no extremeña o valenciana, porque no hay una sola región de este país que pueda estar a salvo de tragedias profundas. Pero eso sí, hay que estar preparados para ese guión, de un tal Ray Loriga, y hasta dónde va a llegar el talento de sus creadores. Si lo que se va a pretender es hacer un drama femoral de nuestra sangre exacerbada, se van a correr riegos muy severos; si se utiliza la ironía como forma de hacer una inspección de un cuerpo con herramientas de forense, se va a perder la riqueza de algo más de lo meramente psicótico para incluso no profundizar en el fracaso amoroso que hay dentro de este drama profundo. Es decir, que hay elementos a tratar de una profundidad señera, de unos seres perdidos por la ambición y, sobre todo, también por la ignorancia, que los lleva ciegos al desastre. Conducirlo al callejón de la España profunda me parece que será una forma de destruir el esperpento atroz, donde las hermanas, de ser tratadas menos instintivamente, pudieran ser rescatadas para una galería de personajes edípicos en su fondo, aunque al ser mujeres esto sea difícil de estudiar. En este sentido, es muy importante la relación entre urdidoras y urdidos; es decir, entre las hermanas cerebros de una operación sangrienta y de los hermanos que actúan por la voz de la sangre, sabiendo que una hermana se solaza sexualmente con el enemigo que finalmente la desprecia.

Yo creo que hay que esperar. Si Saura tira por el camino de Mamá tiene cien años , será de ver este film; pero si tira por el camino del medio, será un gran fracaso. Así que nada de España profunda. España, simplemente.