WEwl senador John Kerry ganó el segundo debate electoral al presidente George Bush . Por poco, pero ganó. Las primeras encuestas coincidieron en que el candidato demócrata logró vencer por un escaso margen a su oponente, en un debate con participación popular y en el que Irak volvió a centrar la discusión de ambos candidatos. Discutieron de empleo y de sanidad, dos temas que obsesionan al americano medio. Es importante que los sondeos reflejen que Kerry parece entender mejor los problemas de los contribuyentes y que sabe expresarse más claramente que su oponente.

Bush está cerca de la reelección, pero después de la victoria de Kerry en los dos debates, es más evidente que estas elecciones están muy igualadas y que el resultado depende de quienes aún no han decidido si votarán. En España, el vuelco lo produjo la asistencia masiva de votantes por la pésima respuesta de José María Aznar a los atentados del 11-M. Sería positivo que los estadounidenses acudieran en masa a votar, no porque se produzca una catástrofe terrorista, sino por el simple hecho de tener capacidad para decidir. Los indecisos marcarán el futuro inmediato de Estados Unidos y, sin temor a exagerar, del resto de países del mundo.