WLwa reforma de la legislación laboral en España parece condenada a atascarse cada vez que un Gobierno progresista toma las riendas del poder. La facilidad con que sindicatos, y sobre todo empresarios, pactaron la de 1997 contrasta con las dificultades que hay que vencer ahora. El Gobierno ha elaborado una síntesis entre las propuestas de los sindicatos y los empresarios, pero su documento ha encontrado rechazo en ambas organizaciones. Pero la oposición es mucho más frontal en la actual cúpula de la CEOE, una patronal que coincide casi en todo con las tesis sobre empleo del PP y que de los diversos problemas del mercado de trabajo sólo quiere abordar los que preocupan a los empleadores.

La reivindicación de fondo de la CEOE no ha cambiado: abaratar el despido y reducir las cotizaciones sociales. La propuesta del Gobierno para extender el pacto de 1997, con una indemnización de 33 días por año de trabajo prestado, le parece insuficiente a José María Cuevas . A partir de ahí, empieza un proceso complejo y difícil. Sobre todo, porque, además, las medidas útiles para empresarios y trabajadores cara a modernizar el mercado de trabajo pueden no ser del agrado de quienes les representan desde los despachos.