TLta historia de los pueblos es relato de grandezas y tropelías. Ello contextualiza lo acontecido en Iraq, ya que EEUU, la única superpotencia en liza que, vistiendo la púrpura de su poderío y pretendiendo ser paradigma de democracia, acaba de tener una mancha, de incalculables consecuencias, en su túnica imperial. Porque se ha ganado a pulso una crisis catastrófica de credibilidad (Kennedy dixit ). La vesania de Sadam se ha trasladado a esos soldados americanos, que, en calidad de guardianes, cometieron salvajes vejaciones con sus prisioneros de guerra. Y eso que iban a liberar a un pueblo oprimido por el sátrapa destronado. El escándalo, planetario; el sonrojo, de libro; el engaño, descomunal; la consternación, enorme, pues a una tiranía ha sucedido el zarpazo de otra, a cargo de agentes que enarbolaban la antorcha de una insobornable democracia. Unos matones vestidos de uniforme han demostrado a qué grados de vileza puede llegar el hombre. La mentira arrogante produce desafueros, que sepultan la credibilidad de quienes los cometen, mientras el odio teológico iraquí, versus US, se hace mayor. ¡Se están cuarteando los principios morales en el mundo, de manera excesivamente peligrosa!

*Doctor en Historia