TFtue Fray Luis , fraile corajudo e indómito, el que inmortalizó en castellano el sueño horaciano del "Beatus ille" con aquellos versos que sonaron eternos hasta que las sucesivas reformas de educación los volvieron perecederos. A mí empero me gusta encontrar un hueco en mis clases para leerles a mis alumnos las inolvidables liras: "¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!" entren o no en el programa.

También Quevedo se ufanaba de encontrarse "Retirado en la paz de estos desiertos con pocos pero doctos libros juntos" y que tire la primera piedra el urbanita que en algún momento de su baqueteada existencia no haya sentido la tentación de desaparecer, perderse, retirarse, olvidarse de todo, por muy adictiva, no atractiva, que resulte la ajetreada vida moderna en busca del éxito o del poder, que no es tan moderna. Pues la literatura, como todas las artes, es uno de los testigos más fieles de la azarosa historia de la humanidad y sus anhelos.

A menudo he sostenido que la realidad supera a la ficción y ahí tenemos al Papa Benedicto XVI , sorprendiendo al mundo, lo cual demuestra que cuando se quiere y se sabe se puede ser discreto hasta el hermetismo sin filtración alguna. Bien rodeado de leales muy leales ha tenido que estar Su Santidad para mantener en secreto una bomba de tal envergadura.

Tiempos extraños estos en que un Santo Padre "da la espantá" para algunos. Tiempos extraños, en que muchos fieles pueden sentir de pronto que se tambalean sus certezas más ciertas. Y sin embargo para mí que ese papa con cara de chiste es mucho Papa, que su cerebro es prodigioso, su fortaleza y temple heroico su formación enciclopédica, su voluntad de hierro y su carácter indomable. Repaso sus logros, su rectitud ante los escándalos que le han rodeado y admiro que haya al menos un poderoso que tenga lo que hay que tener, mucha humildad y mucho valor, y decida abandonar boato y pompa para "permanecer escondido para el mundo".