Gabriel Albiac (El Mundo ) no entiende la extraña evolución de Aznar en los últimos días. Apunta la primera teoría: "Ahora que Aznar está a punto de cerrar su ciclo, puede que sea el momento de entender la extraña clave de un alejamiento que culmina en el opaco enigma de la sucesión. Aznar se ha envuelto en el vacío". Tan oscuro, que hay que citar un proverbio chino: "El arte del maestro reside en el gobierno del no actuar y en la práctica de la instrucción silenciosa. No se mueve. Es creído sin hablar; obtiene sin pedir; consuma sin actuar". El colectivo J.B. Boix también especula y da la segunda teoría: "Quizá porque ha descubierto la miseria humana, Aznar piensa que todo vale y que no hay que respetar ni las reglas ni las formas". Posibilidad: "Es probable que nadie le haya explicado a Aznar que, pasadas las elecciones, le corresponde ser el presidente del Gobierno de todos los ciudadanos. Nunca se había visto que alguien, de manera tan grosera, confunda las funciones de líder de partido y primer ministro".

Igual de inquieta por el comportamiento del presidente se muestra Maruja Torres en El País: "¿Qué le han dado de comer al nuestro en Menorca? ¿Erizos? Ha regresado a la superficie pública surgiendo de la bilis cual Venus de las aguas o, para ajustar la imagen como un peligroso y enfurecido calamar gigante". En clave ictiológica va la tercera de las teorías, estilo "experimento del Doctor Quatermans". A saber: "Un berberecho cayó en la arena en Oropesa, y por Mahón acaba de reaparecer convertido en el Monstruo de los Tiempos Remotos".