Esta frase típica de algunos pueblos del norte de la provincia de Cáceres, la quiero utilizar para explicarme qué está sucediendo en nuestro país, cacho de Europa o trozo de tierra que está en el mundo, ya no sé cómo definirlo. ¿A qué vienen estas reflexiones? Llevo bastante tiempo escuchando, viendo y sintiendo que en España se están llevando las cosas a extremos descontrolados, a la auténtica desmembración del Estado en todos los sentidos, tanto en lo social como en lo político, me explico.

Creo en las autonomías, en su adquisición de competencias del Gobierno central, pero creo en un gran proyecto común que pasa por centralizar todos los puntos importantes para el desarrollo de una sociedad, para el Estado del bienestar y para una ciudadanía próspera y con igualdad (palabro tan de moda del que se está perdiendo el significado, ya que actualmente la igualdad de algunos conlleva al detrimento de otros).

Un gran proyecto para un desarrollo social es la educación, y como tal, creo que en este campo debemos ir todos de la mano. Una ley orgánica de educación igual para todos, con unos objetivos en común para que cualquier ciudadano de nuestro país tenga las mismas opciones, sin importarle la provincia o región donde se encuentre (porque es una auténtica vergüenza que los del norte no sepan o sepan muy poco del sur, lo mismo los del este con el oeste y viceversa). Conocimiento de nuestra lengua, que es la segunda más hablada del mundo y la estamos echando por tierra con tantos separatismos y en saltación de unos valores de un micro-nacionalismo , tan absurdo, que estamos rompiendo uno de los esquemas fundamentales, la pluralidad. Conocimiento de la historia de nuestra tierra (que tanta sangre se ha derramado por la desigualdad de unos con otros), que sepamos por qué somos lo que somos, qué fuimos, cómo hemos llegado donde estamos y qué seremos, sin cometer los fallos que nos llevaron a esas grandes masacres de primos contra primos y hermanos contra hermanos. La historia es cíclica no lo podemos olvidar. Hay que buscar puntos de cohesión para todos. Un catalán, un vasco, un gallego y también algunos de Aragón (esto parece un chiste, pero tiene muy poca gracia), tengamos los mismos derechos de poder trabajar allí (como los que han ido a sustentar y fortalecer su economía mediante la mano de obra), como ellos tienen de hacerlo aquí. No se darán cuenta estos mediocres dirigentes que están acotando el desarrollo de una nación por tener una rentabilidad política y poner en armas a un Estado sin tener como principio la solidaridad. ¿No se dará cuenta la cantidad de dinero que se derrocha con embajadas catalanas cuando aquí hay personas que lo están pasando realmente mal?, claro que lo saben y les da igual. Y ¿no está Cataluña representada en las embajadas españolas?, y de estas muchas más. Esto es un país de locos!

A mi humilde modo de ver las cosas, todo lo que está sucediendo nos va a pasar una gran factura en un presente-futuro. Estamos concienciando a las nuevas generaciones en una crispación continua, con lo que han sufrido nuestros antepasados para estar en paz y que nosotros tengamos una oportunidad de crecer en una sociedad digna y con grandes oportunidades- Como dicen en Extremadura veleile .