Cada día nos amanece con la misma cantinela: ¡deuda pública!, ¡inversión!, ¡mercados!, ¡la Bolsa!, ¡las divisas!, ¡exportaciones!, ¡importaciones!, ¡el Ibex-35!... Y con la misma amenaza: ¡Rescate! Aun a pesar de que España, según dice el Gobierno, es un país solvente digan lo que digan esas famosas y transgresoras agencias americanas de calificación de la deuda.

Pero, si analizamos los índices sociales, políticos y económicos, vemos que no estamos muy lejos de Grecia (ya rescatada), de Portugal (en trance de serlo) o de el tigre céltico , Irlanda, esos que no hace mucho eran ejemplo de economía intachable para algún político de tendencia neoliberal; claro que neoliberal es casi toda la política del mundo desarrollado y por supuesto la que se hace aquí. Es decir, cuando las barbas de tú vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar .

Así pues, si queda tiempo todavía --que lo dudo--, ¡cuidado!, que vienen Wall Street (¡los mercados!, ¡los especuladores!) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo cargado en su esencia de no poca especulación. Los dos terrores de la economía tienen puesta la vista en España, en su deuda pública y en sus pensiones. O sea: sin duda, tratarán de que se genere una inmensa deuda del Estado que, por descontado, ellos tratarán de refinanciar generosamente aplicando unos intereses como los de los créditos de la banca española a los emigrantes; y luego destrozarán nuestro sistema de pensiones para que todos tengamos que recurrir a algún famoso plan de esos que vende la banca y que si la suerte --mucha buena suerte vamos a necesitar-- no nos acompaña y nuestro banco sufre las consecuencias de cualquiera de sus crisis inventadas y se va a pique (como. Por ejemplo, el Lehman Brothers o el Northem Rock ) nos dejará sin pensión y sin nuestros ahorros de toda la vida. ¡Mucho cuidado pues!

Angel Morillo Triviño **

Castuera