WEw l posible traslado de los restos de Franco fuera del Valle de los Caídos no será una prioridad del Gobierno de Mariano Rajoy, pero sí un asunto sobre el que deberá pronunciarse. Tal como adelantó en octubre EL PERIODICO, una comisión de expertos ha aconsejado que los restos del dictador sean sacados de ese mausoleo, de forma que allí solo reposen los de 34.000 víctimas de la guerra civil. El Gobierno socialista, que murió políticamente este 20-N, apoya la migración de los restos de quien expiró el mismo día de hace 36 años, aunque se le escapa la ejecución del caso.

Es muy probable que el PP no tenga ningún interés en llevar a la práctica el traslado. El voto particular en contra de algunos miembros de la comisión afines al partido es indicativo de cuál será su actitud. En cualquier caso, para llevar a Franco a otra parte es imprescindible el visto bueno de la Iglesia, dado que el Valle de los Caídos es un recinto religioso; y de la nula predisposición de la jerarquía católica da perfecta idea el hecho de que no haya respondido a las peticiones de la comisión para que expresase su parecer.

Rajoy y el PP estarán en su derecho de desoír las recomendaciones de los expertos, pero estos no han hecho más que poner negro sobre blanco lo que dictan la decencia democrática y el sentido común. Franco no debe compartir la tumba con sus víctimas, y mucho menos desde un lugar preeminente. Sigue pendiente restablecer la dignidad.