BOLARDOS EN RONDA DE VADILLO

La ratonera

Ángel Iglesias Mora

No seré yo, por lo injusto que resultaría, presumirle mala fe a quien ideó la colocación de bolardos o hitos señalizadores, a lo largo de la ronda puente Vadillo. Es decir, desde la glorieta de Empresariales, hasta las instalaciones de la empresa energética sita en la citada ronda. Mala fe, no, pero pocas luces. sí. Vamos, que no se lo pensó dos veces. Ese tramo, a ciertas horas se convierte en una auténtica ratonera con los dos sentidos abarrotados de vehículos y los servicios de emergencias, sean ambulancias, policía o bomberos, tratando de abrirse paso y atender raudamente la urgencia requerida. A pesar de la matraca estridente de las señales acústicas y ópticas, no consiguen avanzar lo más mínimo. No lo consiguen, por que el conductor corriente y moliente como el que esto escribe, no tiene donde meterse. Ni siquiera, subirse al acerado. La existencia de esos dispositivos lo impide. En este último mes he vivido tres agobiantes episodios. Aún resuena en mis oídos el ulular de las sirenas, prácticamente encima de mi quijotera. No es descabellado pensar que hay vidas en juego y que el tiempo que se pierde puede resultar vital. Pero en fin, doctores tiene la iglesia. Unos doctores, en cuyas manos no desearía caer por nada del mundo.

CORONAVIRUS DE CHINA

Oportunidad para mejorar

Albert Boada

Profesor

La crisis actual que ha generado este brote vírico en China debe ser una oportunidad para corregir un gran problema. La crisis del coronavirus no puede desvincularse de la crisis del SARS del año 2003, ya que ambas comparten no solo su microscópico protagonista, sino las mismas causas e inacciones que las han provocado. Los virus de esta crisis, al igual que los del SARS, saltaron de sus portadores habituales (murciélagos, serpientes o civetas) a los seres humanos a través del consumo humano.

En China es frecuente encontrar mercados en los que poder comprar todo tipo de criaturas silvestres y domésticas (también perros y gatos) para consumir. Aunque solo una minoría de los chinos los consume, una minoría en un país de 1.300 millones de personas es, estadísticamente, una buena oportunidad para que nuevos virus salten desde sus huéspedes animales a sus nuevos huéspedes humanos.

Tengo dudas sobre la necesidad de las medidas tomadas para un virus que, por el momento, ha matado a menos del 2% de los afectados, al parecer todos ellos con unas condiciones que los hacían igualmente vulnerables a otras enfermedades comunes.

Es hora de que las administraciones pongan fin a los mercados y restaurantes de animales no criados para el consumo humano. Con educación y la ley, la crisis debe dar paso a la oportunidad y el legislador chino no va a tener una mejor ocasión para acabar con las supersticiones y, de paso, mejorar la salud pública.

CERRAR HERIDAS

Y ahora toca Comisión de la Verdad

Miguel Fdez-Palacios Gordon

Madrid

Aunque la democracia española ha ganado enteros tras la exhumación del dictador, aún queda mucho que restañar para erradicar la tenebrosa ignominia despótica. Y entre lo que falta está la creación de una Comisión de la Verdad que, supervisada por la ONU con expertos neutrales y de reputada valía, estudie la preguerra, la guerra, la posguerra, la dictadura y la Transición, reconozca a las víctimas y restablezca su dignidad mediante la anulación de todas las sentencias arbitrarias, despeje dudas, esclarezca la realidad histórica y presente un relato común aceptado por toda la sociedad que impida caer en discusiones peregrinas o graves ofensas de las derechas, como la de Ortega Smith y las «13 Rosas». Muchos países, al salir de sus dictaduras crearon sus propias Comisiones con resultados positivos. En España, la tutela franquista lo impidió. Ahora, es el momento. Con ello cerraremos heridas anquilosadas y creceremos como sociedad imposibilitando su repetición. ¡A ello! Las voces se apagan.