Rabindranath Tagore decía que había que agradecer a la llama su luz pero no se podía olvidar el pie del candil que pacientemente la sostenía. Inspirado por el poeta bengalí vuelvo a recurrir al Periódico Extremadura, en esta ocasión para expresar la gratitud de los menores que utilizaban la ruta escolar para asistir a un centro bilingüe en la localidad de Montijo, que por adscripción no les correspondía, a los que hace una semana se les expulsó de la misma y a los que la Consejería de Educación ha tenido a bien el readmitir.

Han sido varios días de cruce de correos electrónicos con la señora consejera así como alguna visita al Epesec, ente encargado del transporte escolar, al objeto de solicitar la inclusión en la ruta y manifestar de viva voce el entuerto sucedido.

Como bien nacido, debo expresar mi agradecimiento a la señora consejera, a su jefa de gabinete y a los funcionarios que amablemente me atendieron en el Epesec. Pero para no olvidar el pie del candil, como decía Tagore, debo agradecer también al IES Vegas Bajas de Montijo la calidad de la enseñanza que imparte y el apoyo mostrado por su equipo directivo en todo momento; a el Periódico Extremadura por hacerse eco, y al resto de personas que por las redes sociales han mostrado su apoyo en quien escribe estas palabras que sigue convencido de que el futuro de Extremadura está en la educación de sus habitantes, la única herramienta capaz de cambiar el mundo. Gracias, señor presidente de la Junta de Extremadura; gracias señora consejera de Educación.