El señor Jover Llorente , vertió unas opiniones en su artículo "coherencia ideológica sostenible" acerca de "un extenso reportaje sobre la última manifestación del negativismo refinero" en una cadena de televisión de cuyo nombre no quiere acordarse. A pesar de ello, no hace falta ser un lince para adivinar que, dado que el reportaje era extenso, no se refiere a ninguno de los canales del bien nutrido aparato propagandístico de su partido, medios públicos incluidos. El artículo en cuestión es una especie de baturrillo destinado básicamente a tratar de desacreditar por enésima vez a los ciudadanos que se oponen a la refinería Gallardo-PSOE mediante las trilladas consignas del libro de estilo de su partido, a saber: Que si son la derecha agraria, los comunistas radicales, los ecologistas trasnochados o un revoltijo contrahecho de todos ellos, unidos tan sólo por la tan reprobable como inexplicable tarea de atacar al partido que gobierna la región y al empresario enamorado de Extremadura. Nada nuevo, por tanto, bajo el sol, y ninguna acusación nueva hacia una respuesta social que de ningún modo esperaban y a la que tan solo saben hacer frente mediante la arenga, el improperio y el insulto.

Quizás, la falta de experiencia ante este tipo de situaciones --unido evidentemente al talante y a los modos de cada uno-- es lo que ha hecho que el PSOE extremeño, descolocado, haya ido de pifia en pifia, desde el soberbio y brillante "la refinería se hace, es una decisión política tomada" de Ibarra , al destemplado artículo del señor Jover. No obstante lo poco novedoso de lo que se aporta, a algunos puntos resulta imperioso responder. En el artículo se da una nueva vuelta de tuerca y se identifica a quienes se oponen a la refinería nada más y nada menos que con la CEDA, comparación que resultará sumamente divertida a sus correligionarios políticos --exceptuando, eso sí, a quienes provienen de las filas de antiguos partidos descendientes de mencionada confederación--. Maldita la gracia.

Se asombra el señor Jover de la cantidad de pancartas que hay en las manifestaciones, pues "tanta tramoya exige planificación, financiación, manufactura y coreografía ensayada" lo que es "incompatible con la espontaneidad inmaculada del que asiste por convicción íntima"(sic). Pese a que no parece necesario hacer comentario alguno ante tales simplezas sí merece la pena preguntarle al señor Jover si las banderitas de plástico fabricadas en serie del fiasco-manifestación-mítin del Sí a la Refinería, pagados por nadie sabe bien quién, le parecen más espontáneas e inmaculadas que las pancartas de cartón usado realizadas por ciudadanos y ciudadanas, pacíficos y valientes, en su tiempo libre, decididos a poner freno a una imposición que comprometerá su calidad de vida, su salud, su modo de vida y la calidad ambiental de la región. A otra tramoya no creo que se refiera el escrito, dado que en la manifestación mencionada no había escenario --el Ayuntamiento de Villafranca lo denegó--, ni ningún presidente de la Junta, ni autobuses gratuitos.

Pero lo que queda patente en artículos de ese tipo es la tremenda soledad cada día peor disimulada que sienten hoy quienes defienden lo indefendible y siguen apostando por huir hacia delante. Porque el pretender desacreditar a quienes se oponen a la refinería aduciendo que en sus manifestaciones coinciden "señoras con abrigos de pieles" con "jóvenes rastas", caricaturizando a ambos, denota, además de un mezquino concepto de la ciudadanía y de una gris mentalidad atiborrada de prejuicios, que se está solo. En posesión de la verdad, pero solo, pues al parecer todos tienen aviesas intenciones, menos el PSOE extremeño: La comunidad científica (¿Qué piensan cuando ven cada día en los medios a científicos y entidades internacionales hablar del fin de los combustibles fósiles, de desarrollo sostenible, de energías renovables, de calentamiento global,-?), quienes no quieren vivir junto a la proyectada, los ecologistas, los agricultores, los fachas, los comunistas, los pancarteros, las señoras con abrigo de piel, los jóvenes rastas,-

Esto también es sintomático de que han abandonado definitivamente la lucha de los argumentos para limitarse ya a atacar sin recato alguno a todo aquel que ose oponerse al proyecto. No interesa que el debate se centre en la refinería, pues no poseen un argumentario a la altura ¿A qué razonamientos iban a recurrir ya? Prefieren, por una mera cuestión práctica, entrar en la liza de la manipulación, los infundios y la agresión en los que se encuentran bastante más duchos.

Por todo ello, sería bueno hacer un llamamiento al sosiego a todos aquellos que, tratando de defender la refinería, se limitan a atacar a quienes se oponen a ella, consiguiendo tan sólo dejar patente su nerviosismo. Y digo que sería, en condicional, porque para que tal llamamiento surtiera efecto, haría falta, entre otras condiciones, que entre las filas del neosocialismo extremeño del refino se diese un poco más de esa coherencia ideológica a la que apela el señor Jover.

*Miembro de la Plataforma Refinería No