Ante la inmensa e interesada confusión generada en el asunto de las fotovoltaicas y su ajuste regulatorio, como afectado me gustaría, en breves palabras, aclarar lo que está ocurriendo. Hace 4 años, merced a un real decreto ley miles de pequeños inversores invertimos en huertos solares según los siguientes números (avalados por tal real decreto): se invertían, digamos, 100 euros para ganar 110 (que salían de la venta de la energía más las primas asignadas para hacer rentable tal inversión). De cada 100 euros invertidos, poníamos 20 de nuestros ahorros poníamos. El banco prestaba los otros 80 (que debemos devolver de los 110 que cobráramos)

Ahora el ministro de Industria necesita dinero. Y pretende pagarnos sólo 80 en lugar de los 110. De este modo los bancos no pierden ya que los préstamos están pignorados a los ingresos, y los que perdemos todo somos los pequeños inversores que confiamos nuestros ahorros a la seguridad jurídica de este país y a sus -supuestamente- rectos gobernantes. Todo a base de aplicar retroactividad a los decretos firmados y sancionados por el Rey, algo que es totalmente ilegal en cualquier ley aplicable en este pais. Es lamentable la campaña de demonización que estamos sufriendo, por si no fuera suficiente con perder todos nuestros ahorros, mientras, Jekyll y Hyde, Zapatero se llena la boca defendiendo las renovables en cualquier foro internacional. Pero lo que me tiene sin habla es el silencio de toda la prensa española cuando se está conculcando claramente uno de los principios básicos de nuestra legalidad: la no retroactividad de las leyes. ¿Dónde están todos esos periodistas que incendian tertulias y editoriales? ¿Por qué no defienden, no ya a nosotros, sino la mera legalidad?

José Antonio Maroto García **

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