Como diría Fermín Trujillo , en Aquí no hay quién viva: No sé, llámalo Conferencia Sectorial de Educación, llámalo, Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, o llámalo como quieras, pero algo o alguien debe existir que ponga orden en este caos. Lo cierto es que esta situación de incertidumbre tiene muy preocupados a docentes, alumnos y universidades, y no es factible, ni deseable, ni justo para los alumnos ni respetuoso con el trabajo de los docentes, repetir el dantesco espectáculo vivido con las pruebas de 6º de Primaria, sobre todo cuando estamos hablando de una prueba externa, o reválida como lo quieran llamar, de segundo de Bachillerato, que presumiblemente sustituye a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), y que tendrá unas consecuencias globales para todo el alumnado que quiera entrar en una universidad, recurra su comunidad autónoma o no, se pongan en huelga o no, o la acaten o no. Bajo su responsabilidad recaerá con posterioridad las consecuencias de las medidas adoptadas, para bien o para mal.

Por eso y por la relevancia del asunto, lo aconsejable, incluso necesario, sería como mínimo, y debería ser iniciativa del ministerio, la celebración de una Conferencia Sectorial de Educación con un solo propósito, más allá de que exista el anhelado consenso, despejar dudas a la comunidad educativa.

De hecho, y para la normalidad en el desarrollo de las programaciones de los docentes, éstos debieran saber ya, y con seguridad, si se va a realizar y en qué términos o si existe posibilidad de no realizarlas o modificarlas, pues qué duda cabe que la realización de las pruebas externas marcarán, mucho más en 2º de Bachillerato que en 4º de Secundaria, el desarrollo de sus asignaturas.

Cierto que ya se publicó el real decreto que las regula, y el tiempo parece insuficiente para su paralización, pues una vez convocadas nuevas elecciones ya no hay vuelta atrás, con o sin recursos, pero fue incluso el propio presidente de Gobierno quien abrió la puerta a esa posible paralización, en caso de haber salido investido.

Por eso y por la tranquilidad de familias, alumnos y docentes, el compromiso y el acuerdo explícito de todas las comunidades autónomas es necesario, ahora más que nunca y para nuestros alumnos de 2º de Bachillerato, vital.