TLta sociedad del siglo XXI dispone de tanta información que quizás la máxima preocupación para el ciudadano interesado en recibirla de la forma más veraz, objetiva o ¿por qué no?, acorde con sus inclinaciones ideológicas sea la posibilidad de que se le ofrezca una adecuada selección.

Los medios de comunicación ponen a nuestro alcance no sólo los puntos de vista de sus trabajadores o empresas (a través de los editoriales) si no que también se convierten en un altavoz de la labor de los políticos.

Un reto planteado en Extremadura ha sido convertir a la Asamblea en el referente de nuestra vida política. Para ello se ha conseguido, fundamentalmente con el uso de las nuevas tecnologías, acercarnos al conocimiento de la labor de los diputados. Otra muestra más es la profusión de programas de radio o el cada vez más amplio eco que recibe el desarrollo de plenos, comisiones... en la prensa regional. No podemos tampoco olvidar el importante centro de documentación, archivo y biblioteca, así como el convertirse en origen y destino de acciones culturales que representa. El salto cualitativo se dará cuando, como bien parece colegirse de las intenciones de su presidente, el Parlamento se convierta en el auténtico eje de la política regional. Cuando sea el foro donde se produzca el desenlace del debate público.

Para ello, paulatinamente nuestros diputados deben acercarse si cabe con mucha mayor intensidad que se está haciendo ahora a la realidad más inmediata. A mi juicio deben ser personajes próximos, identificados con el entorno. Conocidos ellos y su trabajo. Es posible que a todo ello contribuya la difusión que se haga a partir de la puesta en marcha de la radio y televisión extremeña. Otra medida acertada será la reforma del reglamento. Quizás ello permita a aquellos que nos apasiona seguir el discurrir de los temas tratados que no se pierda actualidad. Que se puedan abordar en el momento y en la forma que interesa a representantes y representados. Que nadie pueda poner como excusa ni la precipitación, pero tampoco la apatía. Lo que no sería de recibo es que se constriñera el hemiciclo como punto de encuentro meramente para votar. Y luego el contundente planteamiento de posturas se haga fuera. Por ejemplo en los medios. Más bien tenemos que exigir que sea a la inversa. Que los medios de comunicación se percaten de que la auténtica noticia está en el órgano depositario de los votos de los extremeños. En la institución articulada para expresar sus inquietudes. En el dinamismo que aporten los que algunos denominan clase política .

*Doctor en Historia