TEtn Extremadura armamos una guerra entre ciudades por el anuncio de la ubicación de un aeropuerto, pero no nos preocupa lo esencial, como es la posible revisión de nuestro estatuto de autonomía dentro del revisionismo general que se está llevando a cabo. En esa fiebre amplificadora de los estatutos bien pudieran introducirse reordenaciones del reparto competencial, a las que debiéramos prestar atención.

Al margen de las consideraciones que quepan sobre dichas reformas, parece existir una cierta corriente que lleva a las comunidades a querer actualizar sus capacidades, que es tanto como decir a ampliarlas, siguiendo la estela de los catalanes. No se trata de estar ahí, para afilar la caricatura del carácter identitario de los aires morenos que llegan de Guadalupe , sino evitar el repetido principio de que quien no avanza, retrocede.

¿Necesita Extremadura reformar su Estatuto? Al menos, creo yo, en la misma medida que lo necesitan las demás comunidades, es decir, en la de actualizar las competencias y definirlas para que otros estatutos no laminen las nuestras. Tal vez sería bueno revisar el catálogo de derechos vinculados en su mayoría a los fines y objetivos del Estado social de derecho y ver cómo en qué medida han sido asumidos y desarrollados hasta el momento en nuestra comunidad. Habría que repasar prestaciones en educación, salud, vivienda, seguridad social, bienes jurídicos como el medio ambiente, y el patrimonio cultural, los derechos que afectan a la solidaridad, infancia, juventud, tercera edad, emigración, inmigración, igualdad real y otros que puedan revisarse y ampliarse.

Estas reformas siempre presentan dificultades para los últimos, más, si los últimos no se ponen en cola. Tenemos experiencia de que cuando llega la hora de los sacrificios, el desempleo, la inseguridad, las diferencias redistributivas, aparecen los corolarios inevitables que generan rechazo y desafecto al sistema que empieza a ser percibido como discriminatorio y generador de privilegios, por eso deberíamos estar ahí, al menos para ahormar conceptos tan importantes como la solidaridad y la redistribución que debería ser la necesaria para no desequilibrar y la adecuada para no afrentar ni exceder el límite que mantenga vivo el espíritu empresarial, la creatividad económica y la voluntad de inversión.

Dijo J. B. Vico que la historia es un movimiento y que a cada movimiento corresponde una sociedad distinta en pensamientos, creencias y costumbres. Es el momento: o te enganchas al movimiento o te quedas en la reculada.

*Licenciado en Filología