Es por todos conocidos la gran diferencia que existe entre el precio que se paga a los agricultores de cualquier región de España por sus productos y el precio que paga el consumidor, principalmente en las grandes superficies comerciales, por ese mismo producto. Ante este panorama, el presidente de la Junta de Extremadura propuso durante la inauguración de la feria de Agroexpo un marco similar de actuación a los convenios colectivos entre empresa y trabajadores, pero en este caso entre productores y distribuidores, de tal forma que el agricultor pueda percibir como mínimo un salario acorde a su trabajo e inversión, y no como hasta ahora que está sometido a unas normas de competencia en los que los principales beneficiados son los oligopolios distribuidores y no los agricultores y los consumidores.

Por tanto, aplaudo esta iniciativa y el compromiso de trasladarla a instancias gubernamentales superiores, Gobierno de España y UE. Pero el sector agrario, su sociedad civil y empresarial debe ir a más y no solo conformarse con las iniciativas de las administraciones y las manifestaciones ante éstas para hacerse oír, que también, lo que hace falta es realizar movilizaciones contra los grandes distribuidores y superficies comerciales. Estoy seguro que con movilizaciones en las puertas de estas instalaciones se hace pedagogía con el consumidor y al mismo tiempo se les consigue dañarles donde más les duele: su imagen.

Joaquín León Cáceres **

Badajoz