En estos días, cuando los medios de comunicación se han visto asaltados por las noticias de corruptelas y enriquecimientos ilícitos merced al desarrollo urbanístico en los Ayuntamientos de Marbella y Orihuela o las compraventas de pensiones de invalidez en la andaluza Jerez de la Frontera, en estos últimos días donde se confunden los personajes del corazón con los políticos corrompidos, los empresarios corruptores y los Roca de todo tipo, ahora pues, tal vez sea conveniente hablar del problema histórico de la virtud en la vida de los pueblos.

La virtud, o los valores públicos, cobra especial significancia en el marco del 75 aniversario de la II República Española. Hace tres cuartos de siglo los españoles votaron masivamente a favor de las candidaturas republicanas y como rechazo a una monarquía que había patrocinado la Guerra de Marruecos y la Dictadura de Primo de Rivera , y esta última como solución a las investigaciones que relacionaban los negocios de la guerra con las finanzas de la Casa Real.

La II República fue un proyecto de regeneración cívica y de democratización de la sociedad tras lustros de dominio del lucro privado, de moral católica y sucesión dinástica de partidos sobre la base del caciquismo (también entonces) y el clientelismo. La II República también hizo frente a sus propias corruptelas, una de las cuales motivó la caída del Gobierno de derechas de Alejandro Lerroux (1933-1935) y dotó al diccionario de la lengua española de una nueva palabra: estraperlo, en este caso el timo de una ruleta de la fortuna eléctrica inventada por los holandeses Strauss y Perlowitz (stra-perl) y que hoy se asocia a cualquier negocio fraudulento o ilegal.

XLA II REPUBLICAx tuvo sus sombras, efectivamente, pero en palabras del catedrático de historia de la Universidad del País Vasco, José Luis de la Granja , fue la primera democracia que ha tenido España, seguramente el intento más serio. Ni fue la antesala de la Guerra Civil, como quieren muchos Píos Moas , ni desde luego sus reformas justifican ningún alzamiento militar contra un gobierno legítimo y avalado por el voto de los ciudadanos. La II República pretendió desde el primer momento validar su propio significado etimológico, res --cosa, asuntos-- pública... los asuntos públicos estaban a la orden del día. Se quisieron solucionar los cuatro problemas irresueltos por la anterior monarquía: el militar, el educativo, el religioso y el territorial. Especialmente importantes fueron los avances en materia educativa: se crearon más escuelas públicas que en todo el reinado de Alfonso XIII , bibliotecas, centros culturales y museos. Mediante las misiones pedagógicas de Cossío se llevaba la cultura a los pueblos más alejados y Cassona y García Lorca organizaban cada uno de ellos representaciones en las aldeas de las obras cumbres del Teatro del Siglo de Oro. Fue una República de los maestros abortada por unos generales rebeldes que no admitían ninguna reforma que dotase de derechos a los trabajadores y trabajadoras y desterrase a la Iglesia Católica al ámbito de lo privado.

La II República organizó y promovió sus propios valores: laicidad, participación, libertad, racionalidad, tolerancia... Valores cívicos, virtudes republicanas. La virtud, desde 1793, es una apuesta clara y consecuente para cualquier republicano serio.

Tan importantes fueron y son las virtudes republicanas que hoy escriben destacados miembros de la progresía sobre la necesidad de republicanizar nuestra monarquía... manteniendo al Rey. Digamos, para no caer en el insulto, que ciertos republicanos avergonzados de serlo o que no quieren renunciar a las prebendas de alabar a nuestra Corte, prefieren caer en semejantes simplificaciones publicitarias que no se sostienen y engañar al respetable con alusiones a repúblicas coronadas y monarcas republicanos... El principal valor y virtud republicana es la igualdad y en una monarquía todos son iguales, menos el Rey (que es irresponsable por decisión de la Constitución Española) y todos pueden ser elegidos para cualquier cargo, menos para detentar la Jefatura del Estado y de los Ejércitos, que es hereditario.

*Coordinador Generalde Izquierda Unida de Extremadura