No serán pocos los que critiquen que haya aprovechado lo que lamentablemente está ocurriendo en la mayoría de las residencias de mayores de nuestra región, con la terrible propagación del coronavirus, para abordar este asunto.

Sin embargo, tengo que decir que cuando tuve alguna responsabilidad política de ámbito provincial, y coincidía con aquellos que representan a la Administración Autonómica, les recordaba reiteradamente que las mayores deficiencias existentes en la Extremadura rural eran, por un lado, la depuración de aguas residuales, y por otro, la gestión de las residencias de mayores. Incluso puedo contar que la última vez que recordé esas necesidades municipales al Sr. Vara fue el 26 de mayo pasado, cuando le mandé un mensaje de felicitación por su victoria electoral y le pedía que no las echase en olvido.

A la deficiente financiación de las entidades locales hay que añadir el gran problema que supone la falta de claridad en relación a cuál es la administración competente para prestar el servicio de residencias de mayores. Según algunos, parece ser una materia compartida, e inclusolos más osados mantienen que las residencias de mayores serían competencia de los ayuntamientos.

Para mí, sin embargo, está bastante claro que son competencia exclusiva de las autonomías. Como prueba, sólo hay que señalar que en las ciudades grandes, las residencias de mayores son gestionadas directamente por la Junta de Extremadura (en Cáceres, la Cervantes y la Asistida).

Por otro lado, y desde el punto de vista local, surge también la necesidad de contar con residencias de mayores en todos los municipios medianos y pequeños, debido a la avanzada edad de sus vecinos y a que es algo común el retorno de muchos trabajadores tras alcanzar la jubilación. Por ese motivo, y ante la ausencia de un plan estratégico al respecto, en el que la Junta de Extremadura hiciera un estudio, según la pirámide poblacional de los habitantes de cada municipio o comarca, y de acuerdo con ello, ejecutara la construcción y gestión de las residencias necesarias para la atención de las personas mayores, han tenido que ser los ayuntamientos, que están más próximos a la necesidades reales de sus vecinos, los que han afrontado la prestación de ese servicio.

La Junta de Extremadura, sabedora de que esta es una materia de su competencia, sí es cierto que suele subvencionar y controlar la ejecución de las obras de las residencias, limitándose posteriormente a aportar una cantidad fija por cada plaza.

Y hasta ahí llega su participación en la mayoría de los casos, lo que deja una amplia vía libre a los regidores municipales, quienes pensando en las lógicas demandas de sus vecinos, hacen todo lo posible por disponer de una residencia, incluso llegan a gestionarla de forma directa. Sin embargo, la mayoría de pequeños ayuntamientos de nuestra región no tienen capacidad económica suficiente para hacer frente a cualquier eventualidad, del tipo que sea, y mucho menos, si lo que se les presenta es un problema sanitario de la envergadura y gravedad del coronavirus. A pesar de ello, siguen siendo de nuevo los alcaldes y alcaldesas de esos pequeños municipios los que se están volcando en el cuidado de sus mayores, poniendo incluso en riesgo su propia vida con tal de que a ellos no les falte de nada.

Desconozco cómo se gestionan las residencias de mayores en otras Comunidades Autónomas, lo que sí es cierto es que todas están siendo el caldo de cultivo ideal para el dichoso virus y el origen de casi el 70% de los fallecidos en España.

Por todo lo expuesto, yo propondría que la Junta de Extremadura abriera una etapa de diálogo con la Fempex al objeto de llegar a un consenso para implementar un Plan Estratégico para la construcción y gestión de Residencias Autonómicas de Mayores, de tal manera que se pudiera llegar a disponer de una amplia red de atención a nuestros mayores, que es lo mínimo que se merecen en esa fase de sus vidas. De esta forma, cuando surjan problemas, como el virus actual, sería mucho más fácil adoptar medidas rápidas y eficaces, sin dejar la resolución a criterio de cada alcalde.

*Exsubdelegado del Gobierno en Cáceres.