WBw ruselas ha dado un respiro al tomate extremeño, un sector del que viven miles de familias en Extremadura y que representa un tercio de la renta agraria. La Organización Común de Mercado (OCM) que ha aprobado la Comisión Europea establece un periodo transitorio de cuatro años (hasta el 2011) en el cual se mantendrán las ayudas, la mitad de las mismas serán en relación con la producción. De la decisión de Bruselas se desprende que a España llegarán 15 millones de euros, que paliarán las penalizaciones habidas por superar el cupo sujeto a subvención. Tanto las penalizaciones, antes, como el dinero comprometido ahora llegará, en su mayoría, a Extremadura por ser la región que aglutina la práctica totalidad de la producción de tomate para industria.

La OCM de frutas y hortalizas, aunque el Gobierno español pretendía que el periodo transitorio hasta la extinción de las ayudas se extendiera dos años más, ha sido positiva para Extremadura. Pero será más si el sector del tomate aprovecha estos cuatro años para modernizarse y para hacer una apuesta por la competencia, que es, y no las ayudas, la que le garantizará el futuro. Desde que se aprobaron las penalizaciones por sobreproducción, el sector ha vivido una etapa difícil; incluso anímicamente. Tanto que la Junta se comprometió a habilitar una ayuda extraordinaria. Pero también ha habido en este periodo proyectos industriales de cooperativas y la Sofiex que indican que el tomate tiene futuro. Pero hay que conquistarlo.