El fraude que rodeó la gestión de los fondos de que disponía la Junta de Andalucía para ayudar a las empresas en crisis, conocido como caso de los ERE, se orquestó en torno a una red de complicidades que afecta a intermediarios, bufetes de abogados, políticos y sindicalistas. Las indagaciones de la jueza que instruye la causa apuntan que la consultora Vitalia, de Eduardo Pascual Arxé , es el núcleo desde el que se montó el entramado que ha llevado a la desaparición de decenas de millones de euros y al encarcelamiento de siete personas. Pese a la presunción de inocencia, cabe una reflexión sobre el comportamiento de los responsables de ese dinero público. Es incomprensible que un cargo movido por la buena fe confíe la administración de los recursos de los contribuyentes a personas como Pascual, cuyo banco, Eurobank, fue intervenido por el Banco de España en el 2003. Lo que parece claro es que, como mínimo, no ha habido diligencia ni responsabilidad en el control de tanto dinero público. Una dejación que se prolongó durante casi 10 años.