Iñaki Gabilondo (SER) desafió a que Zapatero, Gallardón o Rato le llamaran para explicar la crisis en la Comunidad de Madrid tras la toma de posesión de los dos diputados exsocialistas . Con la llamada en espera, Eduardo San Martín eligió la línea más conservadora: "Los desertores tienen la clave de la Asamblea. Podemos lamentar que esta gente tenga un papel tan determinante en la solución de la crisis, pero estos dos señores son diputados porque alguien del partido socialista les incluyó en la lista. No traspasemos responsabilidades más allá de donde se inicia el problema". La línea más cercana a los perjudicados la expuso Margarita Sáenz-Díez: "El PP nunca se ha sumado a la petición de que esos dos renunciaran a su escaño, ni ha echado del partido a los constructores que al parecer apoyaron a los diputados canallas. No han respetado el pacto contra el transfuguismo".

Quien eligió la línea más caliente fue Nicolás Sartorius, que iba cargado de símiles: "Resumiendo fuerte, ayer --por el lunes--el PP decidió que los granujas al poder. Es la demostración ad nauseam de que el PP se está aprovechando descaradamente de estos dos sinvergüenzas. Es de aurora boreal". Hubo silencio y siguió: "Es verdad que el partido socialista tiene una responsabilidad por haber metido a esas dos personas en las listas. Pero es como si tras el golpe del 23-F de 1981 se hubiese acusado al ministro de Defensa, Rodríguez Sahagún, de haber nombrado a Milans del Bosch capitán general de Valencia. Lo primero que había que hacer era salir del golpe y evitar otro".