Que digan lo que digan los que lo quieran decir, pero todos sabemos que Rubalcaba da diez mil vueltas a Zapatero como homo-politicus . Esto sería importante si no fuera porque --digan lo que digan los que lo quieran decir-- ZP ha sido un lamentable resbalón en la historia de las presidencias democráticas españolas y un muy duro batacazo en la ya larga historia del PSOE.

Esa dramática ineptitud le llevó a rodearse de gentes aun más ineptos que él o más proclives al poder y a prescindir por los tanto de los mejor dotados o los más expertos. De esa quema continua solo se salvó Rubalcaba. Del resto no hace falta más que irse a Google y teclear "gobiernos de zapatero". Las listas que aparecen --salvo excepciones-- no resultan del todo creíbles y si ya te pones a leer la vida laboral de la mayoría de los que ocuparon y ocupan carteras, solo aciertas a balbucear un acongojado "por qué".

Y en esas estábamos, perdidos en el bosque de la crisis y otros lamentos, cuando Rubalcaba anuncia tranquilo que deja el Gobierno para preparar su candidatura a las generales. Era más que previsible que esto pasara como parece más que previsible que no se agote la legislatura.

¿Y qué va a ofrecer Rubalcaba nuevo a los votantes cuando siempre ha estado ahí? El PSOE postfranquista es un retrato con Rubalcaba al fondo; Rubalcaba en el tiempo de la pana, cuando OTAN, No y cuando OTAN, Sí; Rubalcaba de los GAL y de la Logse. Con tanta historia a cuestas me vuelvo a preguntar ¿qué puede ofrecer nuevo a los votantes? Se supone que nada, que el objetivo del exvicepresidente no es ganar las elecciones sino amortiguar la caída. Duro objetivo este de salir ya derrotado en la carrera. Por eso lo que se supone que hará Rubalcaba es retomar la izquierda y pararse ahí y no como ZP, que ya ni él mismo sabía qué tenía que hacer. Lo malo es que la izquierda--izquierda está dolida, y no hay más que irse a Extremadura para comprobarlo.

Aunque por experiencia sé que Rubalcaba dice lo que debe decir en cada momento sin que lo que diga tenga que ver o no con la verdad, lo cierto es que da la talla como político y sería más que deseable que pasara lo que pasara en las elecciones, Gobierno y oposición dedicaran un par de años a recomponer juntos un país que no se merece lo que le está pasando.