Cada vez que leo una noticia sobre violaciones me quedo de piedra. Esta vez, el agresor sexual ha sido un hombre que disfrutaba de un permiso penitenciario de tres días que utilizó para repetir lo que ya había hecho anteriormente: herir, violar y abandonar a la víctima. ¿Cómo puede ser que un individuo encarcelado por un delito de este tipo, pueda salir a la calle? El argumento que se da es que siempre había tenido un buen comportamiento en la cárcel y que incluso se había presentado de manera voluntaria a un grupo de rehabilitación de agresores sexuales. Yo siempre digo que una persona que ha hecho algo, puede volver a hacerlo. A nadie le gusta leer en el periódico que una persona que salía de su casa de madrugada dispuesta a pasar un buen día, ha tenido la mala suerte de cruzarse con alguien que le ha hecho de todo. No podemos salir a la calle pensando que alrededor habrá una persona en libertad condicional, aparentemente rehabilitada, pero que puede volver a delinquir y agredir. Estoy en contra de dar libertad a agresores que se han dedicado a dañar la vida de los demás, por más buenas conductas que hayan mostrado entre rejas.