Hubo una vez que, en Santibáñez el Bajo, nuestro pueblo, existió una revista que se llamaba La Buranca , que se comenzó a editar en el propio ayuntamiento, siendo alcalde un señor que se llamaba Eloy, el cual, pese a que en algunas ocasiones se criticaba al propio ayuntamiento, demostró ser un gran alcalde democrático, pues permitía que siguiera editándose esa revista. En sus páginas escribían muchos hijos del pueblo. Los emigrantes la recibíamos con gran ilusión.

Posteriormente, la revista se realizó en una imprenta. Fue una verdadera pena que se dejara de publicar. Más tarde, se creó la Revista Cultural Santibañeja , donde también se contaba y se hablaba de las costumbres y usos antiguos, de la historia del pueblo, de cuestiones etnográficas y gastronómicas, de mil anécdotas y chascarrillos íntimamente ligados al pueblo y a los hijos de Santibáñez el Bajo.

Pero últimamente nos llega un Boletín Informativo que lo único que saca son asuntos relacionados con los plenos municipales y con las gestiones que realiza el ayuntamiento, como para que veamos lo bien que lo hacen. Hemos oído comentarios y a nadie le gusta ese boletín.

Todo el mundo echa de menos las revistas anteriores. ¿Es que nuestros políticos locales no se dan cuenta que una revista del pueblo y para el pueblo debe tener otros contenidos? Nosotras preferimos aquella Buranca que se editaba a base de fotocopias antes que esos boletines a todo color que tan sólo sirven para vanagloria de ciertos políticos.

Rosa Jiménez y Puri Corrales **

Madrid