Los proyectos de inversión que están sobre la mesa en Extremadura, y cuyo desarrollo se materializará en los próximos tres años, supondrán sin duda un vuelco en el escenario industrial de nuestra comunidad. Desde la cementera de Alconera hasta la planta de ciclo combinado de la multinacional International Power, pasando por el recientemente anunciado macroproyecto de la refinería, entre otros, representarán, de llevarse finalmente a cabo en los términos avanzados por EL PERIODICO EXTREMADURA, un antes y un después en el crecimiento de un sector secundario que siempre ha estado huérfano de inversiones.

De hecho, la revolución industrial a la que en su día Extremadura no llegó puede verse de un plumazo convertida en un mal recuerdo si los planes se llevan a cabo felizmente. Y es que, por mucho que queramos ver en los avances de la sociedad de la información un evidente y necesario trampolín hacia el futuro, no podemos renunciar a una industrialización ordenada y acorde con cualquier desarrollo económico propio de una sociedad avanzada, sobre todo si tenemos en cuenta que los planes anunciados son intensivos en mano de obra. Ahora, sólo queda actuar con la mayor escrupulosidad medioambiental para que Extremadura cambie siendo la misma.