WDw os operaciones consecutivas han revolucionado el mapa eléctrico español. El lunes, Acciona, grupo de construcciones y servicios, anunciaba la compra del 10% de las acciones de Endesa al nada despreciable precio de 32 euros por título. Esa bomba, parecía un golpe casi mortal para las pretensiones de la alemana E.ON sobre la primera eléctrica española. Pero la contraoferta no tardó en llegar. Los alemanes han puesto encima de la mesa 35 euros por acción, cifra que deja en rácanos los 21,30 euros que ofreció hace solo un año Gas Natural cuando abrió las hostilidades por Endesa. Pero eso no era todo. Otro grupo constructor español, ACS, trata de hacerse con el 10% de Iberdrola, paso previo para una posible fusión, aunque ayer fue desechada, con Unión Fenosa. Estamos ante un cambio histórico en el sector, en el que las grandes constructoras han tomado las riendas de la mano de gigantes financieros. La irrupción de Acciona en Endesa se produce con el respaldo del Banco Santander. Ayer, la alemana E.ON se mostraba dispuesta a negociar con Acciona el futuro de Endesa.

La primera consecuencia de esta nueva sacudida es que no está claro que Endesa se quede en manos españolas como parecía tras la ofensiva conjunta del lunes de Entrecanales (Acciona) y Botín (Santander). Esa hubiera sido una buena salida para el Gobierno, receloso de que las decisiones sobre una compañía vital, como Endesa, se tomen en el extranjero. La segunda es que de esta situación salen muy beneficiados los accionistas de la compañía. Un dato: los títulos de la eléctrica han subido un 43% desde enero, sin contar la última oferta de E.ON.