Escritor y diputadodel PSOE

Isidro Ferrer, Premio Nacional de Diseño, al recibir ese galardón en Zaragoza ante el Rey pidió perdón (¿por qué?) para a continuación leer unos versos de Gloria Fuertes contra la guerra. Contra ésta y todas las guerras. El ministro Piqué, presente en la presidencia del acto, hizo el don Tancredo, pero el Rey sí se sumó al aplauso general.

La noticia ha sido que el Rey aplaudió cuando la noticia, de verdad, era que un ministro español no se atreviera a hacerlo. No se atrevió porque está bloqueado, como todo el Gobierno. Bloqueado y perplejo ante una realidad que han renunciado a entender hace tiempo. Encerrados en sí mismos, autistas, sin otros reflejos que no sean los de atacar a sus adversarios; cegados por los dioses, cavan su propia tumba política.