Al Rey se le ha visto en Cáceres joven y en forma. Personas observadoras que acudieron al evento coinciden en que lucía cara lustrosa, magnífico cutis y apariencia saludable. Como ocurre con todos los personajes reales --repare el amable lector en la bisemia, no con los de la farándula que siempre aparecen en pantalla delgadísimos, maquilladísimos y estupendísimos--, según numerosos asistentes al acto, su majestad presenta mejor aspecto, está menos hinchado de lo que parece en la tele y conserva fuerza, simpatía y carisma para rato. Yo me alegro mucho por él y me congratula que acudiera a nuestra, de un tiempo a esta parte, algo atribulada ciudad pues Cáceres precisa un subidón y nada tan capaz de proporcionárselo como el glamour que por fuerza desprende la visita de una persona egregia. Saludó a todos, se recorrió el complejo cultural San Francisco y recordó algo esencial que debemos entender los ciudadanos y que el Gobierno más allá de las bellas palabras, propósitos y premios tiene de verdad que apoyar y sobre todo financiar. La I+D+I es el futuro y en estos tiempos de pobreza y ajustes la bella ministra del ramo haría muy mal si permitiera que su cartera se viera perjudicada por la austeridad obligada. Dos cosas dijo Garmendia que resultan definitivas. Una se refería al momento presente, que aunque difícil no puede llevarnos al pesimismo y a la inacción: el verdadero motor del progreso en la economía actual son las personas creativas y emprendedoras. La otra habla del pasado con sabor a mea culpa y a acto de contrición: "La sociedad española no ha apoyado suficientemente a sus emprendedores y ahora los necesita más que nunca". A muchos nos gustaría que la distinción de Cáceres como Ciudad de la Ciencia y la Innovación tuviera un contenido y aportara unos beneficios --económicos sobre todo-- más allá del mero valor honorífico. Que se tradujera en proyección e inversiones. El Rey ha visitado la región tres veces en ocho meses prestándole así su regio apoyo. Precisamos también el de otros dirigentes con más poder de decisión.