TLtos sucesores de aquellos diputados secuestrados por Tejero que salieron andando por su propio pie de las Cortes hace 25 años gracias a la intervención del Rey ya no consideran decisivo el papel que desempeñó el Monarca aquella noche. El portavoz de ERC Joan Tardá considera "rancio y caduco" el querer recordar el 23-F con esa declaración y, por su intervención y la de la representante de Eusko Alkartasuna, las Cortes se abstuvieron el jueves de elogiar a don Juan Carlos , a quien los representantes populares sólo agradecieron su intervención después de destacar cómo la ciudadanía, los partidos políticos, los sindicatos y los medios de comunicación se comportaron en los momentos más dramáticos que ha vivido la democracia española.

La cuestión plantea el derecho de dos grupos minoritarios del Parlamento a reescribir la historia. ¿Tendremos que borrar la cinta en la que el Rey, vestido de teniente general, nos comunica que ha ordenado a todos los responsables del golpe deponer de su actitud para dar gusto a los más extremistas de los nacionalistas vascos y catalanes? Después de haber conseguido que en Cataluña y el País Vasco varias generaciones de jóvenes estudien una historia de sus pueblos que nunca existió e ignoren la de su propia Nación, parece evidente que estos grupos intentan ahora que todos los españoles reneguemos de nuestro pasado, sobre todo del que más orgullosos estamos.

Pero también queda en el aire el futuro papel de la Corona ante el auge de esos partidos nacionalistas y el peso al alza que Zapatero les ha concedido en su intento de dejar fuera del juego político al PP. Solo malos augurios para el Rey actual y para el venidero se pueden sospechar de quienes aprovechan cualquier oportunidad para tachar a la Monarquía de rancia y obsoleta . Y, de paso, del partido de ámbito nacional --y actualmente en el Gobierno-- que se lo consiente.

*Periodista