Esta mañana [por ayer], escuchando un programa en la radio, no daba crédito a lo que oída. De hecho, mi perplejidad aumentaba segundo a segundo hasta derivar en indignación. ¿Cómo es posible que se entreviste a un controlador aéreo del aeropuerto del Prat para conocer la ruta de llegada de los Reyes Magos y este haga el paripé de describir la llegada de sus majestades, el avión con una bodega especial para los camellos e incluso advertir que se ponía los prismáticos para comprobar si ya venían?

¿Era necesario este teatro e inventarse una entrevista/reportaje? Bien está que se mantenga la ilusión por respeto a los niños, pero los adultos (la gran mayoría de los oyentes de ese programa porque dudo que muchos menores lo oigan todos los días) nos hemos sentido idiotas.

Son malos tiempos para el periodismo, pero entre unos y otros acabarán con esta profesión tan necesaria para una sociedad democrática. Señores periodistas, dedíquense a informar, no hagan teatro que para eso ya están los actores y algunos muy buenos.

VÍA PELIGROSA

Animales atravesando

la Ex-100

María Francisca Ruano

Cáceres

Una antigua y vieja canción cantan los gatos, zorros, perros, jabalíes, liebres o conejos, mirlos despistados o enamorados en estas fechas imbuídas de destinos comerciales, gastronómicos, fraternales hasta la enemistad más soterrada que imaginarse quiera.

Cuidado, dicen.

Atentos, murmuran.

Nos van a alcanzar, gritan.

Esas colas, esas curvas, esos camiones, esta carretera de generosas estrecheces, bacheada --esta vía sin autovía-- arrolan nuestras personalidades campestres y no las suman a las víctimas humanas en las mismas fiestas, pero ¿acaso nosotros no sucumbimos? ¿Acaso no somos un número imprevisto --subtitulado provocadores de accidentes automovilísticos-- cruzando a la carrera de un arcén al del enfrente, acaso no vamos también a algún sitio para ver o comer con alguien, como hacen ellos...?

La cantinera queda apagada en pellejos aplastados al cemento, sangre fría, huesecillos machacados en los noventa kilómetros de la Ex-100, en su decadente e impresentable idea y vuelta, condenada muy bien saben ellos por quiénes a seguir siendo lo que es bajo ese sol invernal, que algo de todo ello le contará, a la luna de invierno.

LOS DESEOS

Por un mundo mejor

José Manuel Fernández-Arroyo

Asesor laboral

Ya tengo una edad que está muy lejos del tiempo de la infancia. Pero quiero seguir siendo un niño. Con la inocencia, los sueños, la esperanza y la mirada profunda y clara de ellos. Porque aún quiero tener fe en un futuro y creo en la gente y en los políticos íntegros y honestos. Por ello, os pido para el 2017: 1. Que desaparezca el populismo y la xenofobia, demasiado presentes en nuestras vidas. 2. Que acabe la violencia machista que tanto dolor y muertes causa en nuestra sociedad. 3. Que finalicen las guerras, los conflictos, la violencia y el terrorismo, y podamos vivir en paz. 4. Que los políticos no piensen solo en las próximas elecciones, sino también en las próximas generaciones. 5. Acabar con las desigualdades sociales y cualquier discriminación. 6. Que nos respetamos más entre las personas. 7. Que los pensionistas tengan una pensión digna. 8. Os pido, también, por las personas más vulnerables e indefensas: ancianos, discapacitados, enfermos... Y sobre todo los niños, que sean felices y nunca puedan perder la sonrisa ni la inocencia ni la mirada confiada. Que ningún niño se quede sin juguetes, pase hambre o pierda la vida en guerras o en el tráfico ilegal. Sé que os pido demasiadas cosas, muy difíciles y complejas.