El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, recuperó ayer el tono restallante de otras veces y ofreció una rueda de prensa en la que salía al paso de dos de los asuntos que han marcado la actualidad informativa de los últimos días en la región: el informe elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente sobre la Refinería Balboa, en base a las sugerencias recogidas entre organismos, asociaciones y particulares, y la confusión suscitada --y más tarde aclarada-- por Defensa sobre la escuela europea de pilotos de la Base Aérea de Talavera a los pocos días de firmarse el convenio que la crea.

Rodríguez Ibarra desempolvó algunos términos abruptos y lanzó sus dardos contra dos ministros. De la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, dijo que estaba "mal asesorada", acusando a su ministerio de ser "arbitrario" con la refinería extremeña y en comparación con la que está construyendo Repsol en Cartagena; del titular de Defensa, José Antonio Alonso, dijo que "se ha asustado", como leonés que es, de que la escuela europea de pilotos esté en Talavera y no en León, acusándole de "mentir" al tratar de rebajar el alcance del centro de formación que se va a instalar en la base extremeña, con el fin de no quedar mal ante sus paisanos.

Las quejas del presidente sobre el Ministerio de Medio Ambiente tienen su base en esas sugerencias y advertencias al promotor de la refinería, que a Ibarra le parecen más rigurosas que las hechas a otros proyectos y que él cree que pretenden entorpecerla; incluso insinúa que establecer el radio de impacto de la refinería en 70 kilómetros (a otros, en 10) obedece a una no expresada pretensión del departamento de Narbona de obligar a Portugal a que se pronuncie y se complique todo.

Los extremeños saben de sobra que Rodríguez Ibarra no se calla, y que se maneja muy bien cuando hay ruido; otra cosa es que esa táctica, en esta ocasión, reporte beneficios. Porque ayer el presidente de la Junta se comportó más como un político en la oposición que como el jefe del Ejecutivo de una comunidad sustentado por el mismo partido que sustenta el ministerio al que critica y, por tanto, con suficientes cauces de comunicación para dirimir diferencias y pedir y recibir explicaciones.

Otra cosa bien distinta es la actitud que ha mantenido el Ministerio de Defensa hasta ayer por la tarde, en que rectificó, con respecto a la escuela de pilotos de Talavera. Calificar simplemente de "mejoras" el centro de formación europea de pilotos de caza suscrito el pasado 26 por la multinacional EADS y el propio ministerio que dirige José Antonio Alonso es, en el mejor de los casos, un intento inútil de tratar de ocultar la realidad --la realidad explicada, defendida con datos por un general del Aire y expresada en un documento-- con el fin electoralista de que no les pase factura a los socialistas leoneses la promesa no cumplida hecha por Aznar y asumida por el PSOE leonés. Menos mal que Defensa se desdijo y aclaró lo que ya se sabía: que Talavera no será sede de la futura escuela de pilotos del Eurofigther (nadie ha dicho que lo vaya a ser), pero que sí será un centro europeo de formación. Esta polémica se la podía haber ahorrado si no se hubiera metido a matizar lo que no necesitaba matiz.