TRteciclo las letras de Alfredo Grande en 'Democracia al Paso': "Todos y todas quieren una Europa para todas y todos. Con encuentros de paz sin justicia. Prefieren ser casta y quedarse". La directora gerente del FMI reconoce los avances de España en la resolución de la crisis, pero recomienda que España reduzca un 10% sus salarios. Olli Rehn , vicepresidente y comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, se ha unido a esta recomendación de bajada de salarios para salir del hoyo y empezar a crecer y generar empleo, poniendo como ejemplo a Irlanda y Letonia.

Lagarde y Rehn son políticos globales con más de 25 años de abultada nómina política, que quieren ignorar que no todos los países son iguales en estructura política, social, económica, laboral, cultural, religiosa ni en climatología y recursos naturales, por lo que las medidas políticas y económicas no son aplicables indiscriminadamente.

La patronal española aprovecha estas últimas declaraciones para arrimar el ascua a su sardina. Pero la credibilidad de estos gurús hace aguas por los siguientes motivos:

Los ajustes han empobrecido a los irlandeses y letones, y los costes salariales se han mantenido a pesar de los recortes salariales y despidos masivos; Irlanda sigue en recesión y la disminución del paro en Letonia es debida a que el 13 % de la población ha emigrado. Las reformas han tenido un alto coste social en ambos países, y la política de austeridad ha generado la transferencia de recursos de clases medias y bajas a las altas. Los ganadores han sido la banca, las empresas, sobre todo las multinacionales, y los ciudadanos más acomodados.

Además hay que predicar con el ejemplo y ninguno lo hace, pues Christine Lagarde subió su sueldo un 11% al llegar al cargo, algo incongruente con la moderación salarial que pide el FMI, cobrando 14 pagas de más de 23.000 euros netos. El finés Rehn cobra algo más de 23.000 euros brutos al mes (nuestros 9 millones de pensionistas cobran de media 856,26 euros al mes).

Es hora de políticos que quieran salir de la crisis sin limitarse a imponer ajustes y recortes a los más débiles. Me agrada que el nuevo gobernador del Banco de Inglaterra, Carney , asegure que es el momento apropiado de condicionar los estímulos económicos al desempleo (como hizo la Reserva Federal de EEUU el pasado año, pero no el Banco Central Europeo). Siempre que la inflación esté controlada y el paro siga por encima del 7%, el Banco de Inglaterra mantendrá los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%, lo que animará la demanda, la actividad y el empleo. En España y el resto de Europa seguiremos recortando salarios y asfixiando más la economía gracias a los políticos globales.