En un lugar del valle del Ambroz, en el término municipal de Hervás y en la finca llamada El Salugral, han instalado un nuevo balneario, administrado por la SL Termanostur-Salugral .

Parece ser que la fama adquirida por las aguas termales del Balneario de Baños de Montemayor en auge constante ha hecho pensar (y bien pensado está) al Consejo de Administración en la ampliación del negocio, que desde años atrás se venía haciendo y cuyo progreso estaba estancado al faltar terreno idóneo para ello.

Enseguida se puso a funcionar el grupo de los bien pensantes de la dirección, por unanimidad acordaron que dado que en la finca El Salugral ya existía un edificio antiguo, sería bueno aprovecharlo, que una vez remozado y con la ampliación de otras dependencias y las instalaciones propias de un balneario que cubriera la demanda que no podía absorber la de Baños, era una solución que venía ni que pintiparada.

Con la euforia que produce un proyecto de estas características y vistas las perspectivas, todas buenas, el grupo ya disfrutaba del éxito que la idea prometía.

Siguiendo lo planificado, quiénes mejor para inaugurarlo que la llamada tercera edad a la que se accede mediante una oferta interesante al IMSERSO que éste admite y acuerdan condiciones.

Admitido en el primer turno (15 al 26) y junto con mi esposa llegamos al lugar el 15 de mayo a media mañana. Desde el primer momento nos dimos cuenta de que aquello estaba aún en sus comienzos, una serie de carencias impedían el uso y disfrute de lo que por ello pagamos.

Sin embargo, y sin reunir las condiciones necesarias para que el balneario, el hotel y las zonas deportivas estén en condiciones de utilizar, el complejo se abre. ¿En qué se han basado la autoridad y el organismo correspondiente para autorizar su apertura?

He dejado pasar este tiempo con la esperanza de recibir alguna noticia del asunto con las explicaciones y disculpas precisas por la falta de rigor en el cumplimiento de un compromiso serio en el que una de las partes (los usuarios) sí lo hizo, pagando íntegramente la cantidad convenida (no, la merecida). Hasta ahora nadie ha dado la cara.

Francisco Parra Gómez **

Villanueva del Fresno